31 de julio de 2021

Conferencia de María del Pilar Menoyo Díaz en el II Congreso Iberoamericano de Docentes (5 al 16 de julio de 2021)
María del Pilar Menoyo Díaz Doctora en didáctica de las Matemáticas y las Ciencias Experimentales (UAB) Comunidad de Educadores de la Red Iberoamericana de Docentes.
Cuando hablamos de comunicación en la escuela nos referimos a la interacción e intercambio de conocimiento entre profesorado y alumnado, teniendo presente que todos somos diferentes en la manera de percibir el mundo y esa diversidad es una fuente de riqueza en y para el aula.

La manera de percibir el mundo está íntimamente relacionado con la mirada y puesto que aprender a mirar y prestar atención están relacionados con la capacidad de asombrarse y admirar, enseñar a mirar tiene que ser objeto de la educación, teniendo presente que el ver, está asociado a la percepción y el mirar, a la intencionalidad, por lo tanto educar la mirada requiere la acción de hacer consciente los aprendizajes y ello está ligado a la evaluación.

La evaluación es el motor del aprendizaje, que forma e informa sobre el proceso de aprendizaje de cada estudiante y que lo sitúa en el contexto de su grupo clase, puesto que permite la interacción social en el aula, así como la regulación y autorregulación de los aprendizajes. El alumnado aprende cuando es capaz de autoevaluarse y evaluar el trabajo de los demás con autonomía y sentido crítico ante sus propias producciones y las producciones de los demás.

La situación de emergencia sanitaria por la irrupción en nuestras vidas de la COVID19, ha trasformado de golpe nuestra forma de vivir, de comunicarnos, iniciando un cambio digital, con vises de no tener marcha atrás, un cambio en la manera en que se interconectan las personas y por lo tanto, un cambio que también se ha producido en los centros escolares.

Remarcamos como muy importante, constatar que la comunicación educativa en tiempo de la Covid19 no se ha limitado a la relación que se establece entre profesorado y alumnado y alumnado entre sí, sino que ha conducido a abrir las puertas del aula y de los centros educativos a toda información y recursos didácticos entre el profesorado, así se han generado grupos de trabajo procedentes de todos los rincones de un país y entre países, se han diseñado talleres y webinars de contenido formativo en formato vídeo impartidos a través de internet, las redes sociales como Twitter han sido semillero de materiales que se han compartido y por lo tanto se ha realizado formación y autoformación necesaria para encarar el gran reto de no perder el norte de la comunicación con el alumnado en época de incomunicación.

Pero eso sí, teniendo en cuenta que las redes pueden conectarnos a miles de usuarios a la vez, pero comunicar exige, atención, escucha, pensar en la otra persona y eso no lo aportan las plataformas, lo aportan las personas, teniendo presente que las plataformas nos pueden facilitar y nos facilitan esa comunicación cuando no sea posible una presencialidad, por lo cual será necesario su conocimiento y uso adecuado en el contexto de una educación híbrida que llegó en el confinamiento por la Covid19 y ya forma parte o ha de formar parte del día a día en los centros escolares.

Cuando hablamos de una educación híbrida hablamos de la posibilidad de una comunicación sincrónica simultaneando con una comunicación asincrónica en el contexto de un grupo clase y/o grupo de nivel. Los foros de la plataforma moodle permiten y facilitan la comunicación sin necesidad de que esta sea presencial y sincrónica, por lo que es un medio facilitador de la comunicación

En este contexto, presentamos una experiencia realizada con alumnado de 1º de ESO (12-13años), en el marco de una educación híbrida en cuanto a que se establece el diálogo, la comunicación, a través de diálogos sincrónicos y asincrónicos utilizando la plataforma colaborativa moodle donde el alumnado, ante la propuesta del profesorado de focalizar la mirada ante el mundo desde una mirada matemática, debe fotografiar un contexto cercano y motivador y elaborar un microrrelato matemático utilizando únicamente 280 caracteres, como si se tratara de un tuit de la red social Twitter. El texto debe contener conceptos matemáticos que describan elementos de la imagen captada y fotografiada y éstos deben construir una historia que describirá la fotografía.

La experiencia se implementó de la mano de la profesora Marisa Domínguez Tasias en el Instituto Caterina Albert de Barcelona, a partir de mi propuesta didáctica, en el curso 2020-21.

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