30 de mayo de 2020

M. Sc. Raquel Villafrades Torres. Bucaramanga, Colombia. Universidad Pontificia Bolivariana.
En esta nota de divulgación se explican brevemente los roles humano, didáctico y pedagógico deseables en cualquier maestro y su función en nuestra labor como educadores.

 “Un buen aprendizaje requiere un buen maestro que, como el propio aprendizaje, debe asumir diferentes funciones para lograr distintas tareas, rompiendo la monotonía didáctica, que no sólo corroe las ganas de aprender de quienes se ven sometidas a ella, sino también las ganas de enseñar de quienes viven su labor de modo rutinario. Enseñar en la nueva cultura del aprendizaje requiere desarrollar diversos personajes no como máscaras sucesivas, sino integrados en un planteamiento estratégico de la enseñanza”
Juan Ignacio Pozo. De aprendices y maestros (1996)

La química, aquella ciencia tan controvertida y poco valorada, está en todo lo que nos rodea. La composición de las sustancias que conforman nuestro organismo es uno de los objetos de estudio de esta ciencia, aunque no somos conscientes nuestra interacción diaria con millones de sustancias químicas es innegable, sustancias básicas para mantenernos vivos como el oxígeno que respiramos, el agua que bebemos y todos los alimentos, naturales o artificiales, que consumimos son un claro ejemplo de esto. 

Los materiales usados en las industrias de la construcción, las telecomunicaciones y las aplicaciones tecnológicas tienen un comportamiento específico que se debe a la estructura interna de la materia. La química es una de las ciencias que junto a la física y las matemáticas han facilitado el conocimiento y uso óptimo de los diferentes tipos de compuestos, no es ajena a la búsqueda de nuevas fuentes de energía más amigables con el planeta y aunque se ha logrado mejorar la calidad de vida con ayuda de esta ciencia, muchas de las modificaciones en el entorno natural han llevado a la degradación del medio ambiente, pero es importante resaltar que la remoción y control de los contaminantes ambientales conlleva aspectos químicos. 

Las instituciones de educación superior propenden por ingenieros con bases sólidas en las ciencias básicas como instrumento que les permita resolver los problemas de sus saberes específicos, también, como ciudadanos y consumidores educados es imprescindible que todos comprendamos los profundos efectos positivos y negativos que las sustancias químicas tienen en nuestro entorno.

Pero ¿cómo enseñar química? si se tiene en cuenta que el aprendizaje de esta ciencia es un proceso complejo por varias causas (De Manuel Torres, 2004):

  • El manejo de varios niveles de representación que incluyen el macroscópico, el microscópico y el simbólico. Por ejemplo, si se deja un vaso con agua bajo el sol, es evidente que se evapora, se puede percibir con los sentidos y está en el mundo macroscópico, la explicación de por qué se evapora está en el mundo microscópico y en la relación de las propiedades de los líquidos con las fuerzas que existen entre las moléculas, ahora bien, esta explicación se puede representar a través de símbolos y fórmulas químicas y matemáticas que corresponderían al nivel simbólico.
  • El lenguaje usado en química es abstracto y altamente relacionado con el nivel microscópico, palabras como ionización, sublimación, o dipolo no forman parte del lenguaje común de una persona. 
  • La persistencia de ideas previas erróneas reforzadas por la abundante circulación de información de fuentes poco confiables o no revisada por expertos en el tema.

Frente al panorama anterior la literatura reporta, en didáctica de las ciencias, una gran cantidad de estudios en los campos de investigación, formación del profesorado, enseñanza y aprendizaje que apuntan a superar estas falencias. Es posible encontrarnos con múltiples estrategias preinstruccionales asociadas al qué y cómo se va a aprender, coinstruccionales que se dan durante el proceso de enseñanza y postinstruccionales enfocadas a valorar el proceso de aprendizaje. También encontramos métodos, entre ellos los activos para la enseñanza de la química, como los métodos de indagación, discusión, investigativo, heurístico, problémico y el método para hacer modelos y analogías, sin embargo, la metodología de la motivación adecuada de los estudiantes en la enseñanza de la química es muy importante para el éxito final del proceso docente (Orlik, 2002). 

Es conocido que el profesor, sin importar el área en que se desempeñe, es el actor clave en los procesos de enseñanza a través de sus roles humano, didáctico y pedagógico. Son características deseables de todo maestro ser el apoyo emocional y cognitivo de los estudiantes demostrando empatía, asertividad, calidez y entusiasmo, siendo un mediador del conocimiento en la medida justa pues como expresa de forma magistralel doctor Pozo en su obra Aprendices y maestros de esta deseable característica en la que se debe fundamentar la intervención de cualquier profesor: transferirás progresivamente a los aprendices el control de su aprendizaje sabiendo que la meta última de todo maestro es volverse innecesario1Por su parte Bautista, Borges y Forés (2006) refuerzan que el papel fundamental de todo maestro se centra en la capacidad de despertar el deseo de aprender, su propuesta se basa en el acompañamiento desde la motivación. 

De acuerdo con Unigarro (2004) el apoyo emocional tiene que ver con propiciar un ambiente agradable para el grupo, de diálogo y de participación con alto grado de calidez, este tipo de ambiente es válido tanto para la modalidad de educación presencial como para la virtual. En lo referente al rol cognitivo el maestro es básicamente un problematizador, reta al estudiante preguntando, introduciendo dudas y solicitando precisiones, ubica a los alumnos, enfocándolos y justificando el por qué de la tarea que se va a emprender, relaciona los aprendizajes con otros saberes articulando los intereses y conceptos previos del estudiante y lo apoya en las habilidades de comunicación que permitan generar espacios de dialogo, argumentación y encuentro.

Quienes nos hemos desempeñado como docentes por muchos años sabemos que las recetas no existen, que las estrategias que funcionan con un grupo puede ser que no lo hagan con otro, pero en el cumplimiento de nuestros roles humano, didáctico y pedagógico debemos reflejar el gusto por la labor que desarrollamos y promover valores como la responsabilidad, el respeto, el sentido de pertenencia, la amistad y la cooperación ya que su intencionalidad se siente y motiva al alumno para que logre aprendizajes significativos y duraderos que mejoren su calidad de vida, en otras palabras, la intención educativa debe propender por la realización personal, la integridad de los individuos y la convivencia armónica, aspectos que se podrían resumir en palabras de Cardona (2002) toda actividad de la vida humana debe contribuir al mejoramiento de la calidad de vida, esta se manifiesta en la capacidad que tiene el ser humano para poder dar satisfacción a sus necesidades, no solo básicas sino existenciales y axiológicas. La educación tiene un compromiso ético, político e histórico con la sociedad y es el de proveer satisfactores a estas necesidades, si la educación no lo hace, no tiene ningún sentido para el hombre.

Referencias:

  • Albert, M. E., y Madrid, J. M. (2008). Formación para la Investigación y la Innovación Docente (Instituto de Ciencias de la Educación. Universidad de Murcia). Revista de Docencia Universitaria1(1).
  • Bautista, G., Borges, F. y Forés, A. (2006). Didáctica universitaria en Entornos Virtuales de Enseñanza - Aprendizaje.  Madrid: Narcea S. A. de Ediciones.
  • Cardona, G. (2002). Educación Virtual. Un paradigma para la democratización del conocimiento. Serie Formación de Formadores III. Bogotá: Fundación de Educación Superior, Investigación y Profesionalización CEDINPRO.
  • De Manuel Torres, E. (2004). Química cotidiana y currículo de química. Anales de la Real Sociedad Española de Química, 1, 25 -33.
  • Orlik, Y. (2002). Química: métodos activos de enseñanza y aprendizaje. México: Grupo Editorial Iberoamérica.
  • Unigarro, M. (2004). Educación virtual: Encuentro formativo en el ciberespacio.  Bucaramanga: Editorial UNAB.