1ro de mayo de 2021

Adriana Cecilia Sarmiento Rodríguez 
Bogotá- Colombia
Si bien es cierto que las redes sociales han propiciado encuentros con personas con las que hace años no hablábamos, han dinamizado nuestra comunicación cotidiana y han incentivado asuntos como el comercio online, la publicidad y la información inmediata de eventos que rara vez sufren un obstáculo geográfico; también han sido espacios de consolidación de comunidades con intereses afines en lo social, económico y académico.

La Cocina y la química fue un espacio habilitado en la red social Facebook, en 2009, y ha buscado ser un ejercicio de difusión de aspectos referentes a la alimentación, su composición química y notas de actualidad sobre las necesidades en una dieta balanceada o sobre nuevos logros en investigación alimentaria. En la actualidad cuenta con 358 miembros. Algunos de ellos han sido invitados pero bastantes también han solicitado unirse al grupo, bien sea porque responde a un interés particular o por sugerencia de algún miembro.

La mayoría de los miembros son jóvenes y si bien debo decir como creadora y administradora del grupo, que muchos nunca pronuncian nada frente a lo que allí se publica; otros manifiestan sus opiniones y han compartido notas y eventos.

Las publicaciones provienen de revistas y sitios digitales especializados en el tema, que han encontrado esa estrecha línea entre la cocina y la química y permiten así que la rama de las ciencias poco valorada por algunos se sienta más cercana a la vida diaria.

Este espacio me ha permitido hacer una labor diferente a la del aula de clase. Acá sin ninguna pretensión, la divulgación es un mecanismo de comunicación con un grupo de personas, algunas conocidas y otras no, que tal vez puedan aprender algo adicional a lo que ya saben. Es una grata tarea, que ha buscado ser permanente evitando saturar al lector. Debo decir que eh aprendido bastante al leer las notas antes de socializarlas y que la interacción con los otros miembros participantes me ha generado preguntas que he estado intentando responder.

Así pues desde mi mirada como profesora, aprender es un ejercicio que no pasa exclusivamente en un espacio físico, ni con condiciones estrictamente determinadas, es por el contrario en la interacción con el medio y con los otros donde el saber propio se confronta y se fortalece.

Sigue siendo necesario revisar algunos aspectos de la difusión en las redes sociales, pero dándoles un buen uso pueden propiciar en gran medida la divulgación y fortalecimiento de la cultura científica que favorecería la enseñanza y aprendizaje de las ciencias.

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