21 de noviembre de 2020

Blanca Ruby Orozco Mera
Santiago de Cali, Colombia
Comunidad de Educadores de la Red Iberoamericana de Docentes.
Los colectivos pedagógicos permiten la organización comunicativa y la valoración de experiencias reflexivas generadas en procesos de indagación de nuestros estudiantes que contextualizan saberes desde su formación en confinamiento aportando a la transformación en el ámbito educativo comunitario y por ende en el ámbito social.

Los estudiantes explorando las herramientas tecnológicas responden al fortalecimiento de la comunicación manifestando su transformación de saberes orientados desde un ámbito escolar a pesar de los tiempos y espacios de sus quehaceres, desde los cuales demostrando responsabilidad y compromiso buscan como contribuir a su formación a pesar de sus orientaciones remotas con las que contribuye el maestro o maestra orientando un trabajo pedagógico y diferentes miembros de la comunidad que le pueden complementar, en el estado presencial.

Los estudiantes con su fortaleza nos comprometen al seguimiento de los procesos educativos valorando cada momento de su compartir donde florecen sus saberes que demuestran como retoños de procesos investigativos en los colectivos pedagógicos de eventos virtuales, atendiendo la exploración de las herramientas tecnológicas para profundizar en sus temáticas, al mismo tiempo que se reconoce al otro como par estudiantil se interactúa con diferentes actores educativos, se razonan situaciones, vivencias propias y/o generales, se exponen criterios, se hipotizan circunstancias y como lo manifestó una estudiante: “En lo posible se demuestra de cuanto se es posible”.

En los espacios de colectivos pedagógicos se debe dar la entrada al estudiante con su saber explorando temáticas que nos ponen a pensar en el todo y a valorar que a cualquier edad florecen las manifestaciones que conllevan a los llamados del compromiso de todos y desde el entorno donde nos encontremos.

Con las manifestaciones de procesos investigativos escolares los estudiantes nos dejan el legado que al enfrentar obstáculos como es el caso del confinamiento no podemos perder las energías temiendo lo que puede haber en el futuro. Sus comunicados de saberes, sus diálogos y manifestaciones por los tiempos vivenciados que a pesar de la individualidad no se desconoce la situación que convive su compañero y los lleva a la necesidad de exponer su sentir para toda la comunidad educativa, acciones que nos llevan a pensar nuestras responsabilidades sociales.

Todos y todas en colectividad pedagógica de una u otra manera debemos estar dispuestos a orientar en cada momento a nuestros estudiantes, pues todos “tenemos una reserva de fuerza interior insospechada, que surge cuando la vida nos pone a prueba” (Isabel Allende, 2015). El estudiante responde a una colectividad pedagógica al participar de encuentros u espacios del compartir de saberes de él, como estudiante inquieto, comprometido y es allí donde el maestro o maestra debe estar presto(a) para empoderar aportes productores de conocimiento, no consumidores y reproductores de información, sino enriquecedores de la reflexión crítica y manifestación comunicativa a la que haya lugar.

 El estudiante a pesar de su convivencia en confinamiento demuestra su trabajo académico de aula con temáticas abrazadoras del ambiente social que conllevan a repensar y fortalecer una escuela de pensamiento reflexivo, creativo y flexible, pues sus aprendizajes demostrados en sus expresiones de investigaciones escolares manifiestan el rigor de una sociedad de conocimiento. Una vez en espacios u eventos de colectividad pedagógica se atiendan la continuidad de los sueños que los estudiantes logran comunicar, es de dar la búsqueda de consolidar pasos de conocimiento con visión de calidad científica sin descuidar el contexto social que a bien el estudiante si esta presto a involucrar en su caminar de aprendizaje y manifestación de su investigación escolar.

En los eventos de colectividad pedagógica que a nivel virtual se pueden presenciar es de validar al estudiante que se acoge a los llamados de participación y con toda su energía, ante sus ponencias, nos lleva a reflexionar sobre el asunto posible de responder al currículo flexible y al cómo atender diversidades en sus procesos investigativos que toman garantía cuando en la búsqueda de los modos diferentes encuentran a su padre, madre y/o familiar con su comunicación directa, a su par estudiante, a su maestro o maestra con orientaciones significantes a pesar de su continuidad comunicativa de forma virtual, cuando se tiene y se logran explorar las diversas herramientas tecnológicas. por ello es de tener presente que no hay aprendizaje, sino se tiene el aporte de proceso pedagógico en la comunicación tecnológica.

Al escuchar al estudiante en sus manifestaciones de transformación nos encontramos la necesidad de atender reformas de políticas educativas en todos los ámbitos no solo de proceso pedagógico sino también en el socio-económico-político, pues apremia al momento el desafío de atender en todo territorio con equidad educativa.

En ambientes donde participan los estudiantes como principales voceros de su quehacer por su formación académica, se escucha el trato de temáticas que aplican al momento de tiempo en confinamiento, momento de vida y futuro personal, comunitario y a nivel del mejoramiento por el bien de todos en el planeta que vivimos; sus reflexiones se direccionan en el cuidado del ambiente, llamando al uso de prácticas ambientales con propuestas para el autocuidado en y desde diferentes ámbitos de la vida, reflexionados a la luz de su estadía en confinamiento, vistos y aprovechados como generadores de propuestas potenciales en su quehacer por su formación, ambientando esperanzas para mejorar su convivencia en el espacio familiar y social que le toca vivir al momento pero que no puede dejar anclado si visualización investigativa.

El colectivo pedagógico en tiempos de confinamiento con intervención estudiantil fortalece el compartir del estudiante y sus saberes, comunicándose a pesar de sus tiempos y espacios de convivencia que le reemplazan el aula de su sede escolar, y más cuando le es posible la exploración de las herramientas comunicativas para demostrar que como actor educativo aporta a la transformación de la misma dando a conocer experiencias reflexivas visionarias de procesos de indagación que se validen y originen acciones con los demás actores educativos en los ambientes sociales a los que se pertenece y se deben potenciar, siendo todo posible desde quehaceres pedagógicos con exploraciones comunicativas.