18 de septiembre de 2020

Daysi Darias
Comunidad de Educadores de la Red Iberoamericana de Docentes. República Bolivariana de Venezuela Estado Miranda.
Nuestro mundo del siglo XXI, enfrenta en el presente la pandemia Covid-19 (Coronavirus SARS-CoV-2), virus que ha infectado en 2020 a más de 29 millones personas y ha causado la muerte de 900 mil seres humanos en el mundo. (OMS, septiembre de 2020).

Este peligroso virus, determinado así por la Organización Mundial de la Salud (OMS), coloca en la actualidad al planeta en un compás de espera, pero en contextos de más fortalezas y oportunidades que hace más de 100 años, cuando el mundo fue azotado por la llamada madre de las pandemias “La Gripe Española”, la cual acabo entre los años 1918 y 1920, con la vida de más de 50 millones de personas (OMS 2020), cuyas edades oscilaron entre 20 y 40 años (hubo una gran mortalidad de jóvenes).

 A esto se sumó los efectos de la “I Guerra Mundial”, y los adversos contextos de crisis y caos que generó la postguerra de entonces; sin embargo, las naciones afectadas de principio del siglo XIX por estos hechos catastróficos, se volcaron desde la esperanza en la búsquedas de decisiones y soluciones correctas, que les permitieron la transformación de sus crisis, caos e incertidumbre interna, en oportunidades para así poder afrontar, tolerar y resistir las adversidades de esos tiempos; manejaron sus circunstancias desde el milagro de la “Resiliencia”.

“Aquel que tiene un porqué para vivir, puede soportar casi cualquier cómo”.
Friedrich Nietzsche (1844-1900)

La experiencia es un recurso que bien puede informarnos para hacer frente a los desafíos futuros. Aunque los hechos no se repiten de la misma forma, hay que prestar atención a las señales que el pasado ofrece, esto nos da capacidad de maniobra desde el presente y nos permite hacer prospectiva hacia el futuro.
Ante esta inflexión estratégica que representa el Covid-19, cada nación desde la solidaridad, la cooperación, iniciativas internas y nuevas miradas coadyuvan para continuar en la implementación de sus planes nacionales de desarrollo en diferentes ámbitos, utilizando entre otros recursos, las tecnologías emergentes y disruptivas así como las Tecnologías de la Comunicación e Información (TIC) en contextos complejos, adversos y en donde todo cambia de forma muy rápida.

Al respecto, más de 180 naciones del mundo, buscan recursos y caminos para asumir la incertidumbre de forma Resiliente para hacer frente a la “nueva normalidad”, sobrellevar sus turbulencias internas y avanzar en los ámbitos educativos, social, económico, político, entre otros en pro del bienestar de sus poblaciones.

Esto les impulsa a ser resilientes para continuar la vida desde sus diferentes contextos, culturas y enfoques en convivencia con la crisis, la incertidumbre y el riesgo que implica un rebrote de la pandemia Covid-19 y desde la espera de una posible vacuna que acabará con el virus.

La historia contemporánea en su devenir nos ha legado hechos traumáticos, en donde los pueblos en vez de paralizarse frente al caos, la incertidumbre y el riesgo, han florecido en sus dificultados desde sus fortalezas, puesto que han confiado en lo mejor de sí, han visto las oportunidades en la crisis, para salir delante de manera resiliente.

“La mayor gloria no está en no caer nunca, sino en levantarnos cada vez que caemos”.
Confucio. (571 a.C - 479 a.C)

La experiencia nos ha enseñado, que cuando se trabaja con planificación, enfoque y cariño, se puede hacer “milagros humanos” frente a los desafíos que la vida nos impone. Tal es el caso de la educación y su capacidad trasformadora, la cual desde muchos rincones del mundo y en virtud de la pandemia Covid-19 pasó de ser educación presencial a educación virtual o a distancia – esta última existe en muchas partes del mundo desde hace tiempo-. Utilizando como apoyo para tal fin, el uso de herramientas y aplicaciones tecnológicas digitales, intuitivas, gratuitas y pagas que ofrecen recursos para hacer llegar el conocimiento a los usuarios de los diferentes niveles educativos.
En mi país, la República Bolivariana de Venezuela, también en 2020 una pandemia llamada Covid-19 viene haciendo lo suyo, razón por la cual desde principio del mes de marzo de presente año, se inició el sistema de clases a distancia bajo la rectoría del “Plan Universidad en Casa; Plan Nacional Universitario de Prevención Anti Covid-19”; dictado por Ejecutivo Nacional como medida para garantizar la prosecución de la educación universitaria; y así salir al frente, al reto de hacer llegar y cumplir las planificaciones establecidas preservando la salud de los usuarios del sistema educativo.

A pesar de las dificultades, y como suele suceder, los planes tienen muchas fugas, que hacen que estos reciban ajustes –planes b, c, o d- por parte de quienes tienen que hacerlos realidad. En el camino, nos encontramos con obstáculos y adversidades a superar, como: una conexión deficiente o casi nula, la tenencia o no de dispositivos adecuados, el agobio por tantas horas frente a la computadora –nada saludable para el usuario-, una computadora utilizada por varios miembros de la familia –eso genera conflicto-, entre otras situaciones de impacto. Lo bueno acá, es que frente al hecho traumático de no contar con los recursos tecnológicos para avanzar fuimos juntos facilitadores y docentes “resilientes”. El horizonte estaba delimitado por una clara planificación y era llegar a la meta fijada.

En este camino, hubo una sinergia mágica entre el deseo de avanzar, la fuerza de voluntad, el amor compartido, el respeto, la solidaridad y la cooperación; todos ellos, permitieron que llegáramos al final. Nada detuvo la formación educativa, se utilizaron de forma creativa (lo sincrónico y lo asincrónico de la tecnología, la comunicación digital y la experiencia que da la gerencia de la vida), muchas vías: WhatsApp, llamada telefónica personalizada, correo, chat, audio, entre otras para hacer llegar la información y la formación que se debía alcanzar para prosperar en los objetivos a alcanzar en cada nivel de nuestro sistema educativo, sin que esta perdiera calidad.

"No pretendamos que las cosas cambien, si siempre hacemos lo mismo.
La crisis es la mejor bendición que puede sucederle a personas y países, porque la crisis trae progresos. Es en la crisis que nace la inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias.
Albert Einstein (1878-1955)

Hoy seguimos con el Covid-19 en nuestra cotidianidad, volver a la normalidad no es un proceso lineal, ni estático, implica reconocer capacidades de recuperación y la aplicación de un pensamiento sistémico que aborde al ser humano desde una perspectiva resiliente e integradora, que le reconozca como agente activo capaz de construir su propia realidad. Y que en consecuencia permita obtener información e implementar estrategias para responder y prepararse para el futuro. En este sentido, los países afectados –entre ellos Venezuela- por este hecho traumático, buscan sortear desde sus recursos y competencias los efectos de la pandemia y las crisis sin precedentes generadas en nivel mundial, regional y local. Sin lograr impedir, que vuelva a ocurrir.

Y finalmente dejo para la reflexión del libro Sálvate, la vida te espera" (2012), un extracto de un pensamiento de su autor, el neurólogo, psiquiatra, psicoanalista y etólogo francés Dr. Boris Cyrulnik de 83 años:

 “La vida es una locura, ¿No es cierto? Por eso es apasionante. Imaginen que somos personas equilibradas con una vida apacible, no habría ni suceso, ni crisis, ni trauma que superar, únicamente rutina, nada que recordar; ni siquiera seríamos capaces de descubrir quiénes somos. Si no hay sucesos no hay historia, no hay identidad. No podríamos decir: "Mira lo que me sucedió, sé quién soy porque sé de lo que soy capaz ante la adversidad". Los seres humanos son apasionantes porque su vida es una locura”.
Sálvate, la vida te espera, (2012). Autor: Dr. Boris Cyrulnik

Seguimos avanzado, sembrando en lo cotidiano la fe y la esperanza en nuestra gente por lo extraordinario desde la mirada y acción transformadora de la educación. Gracias por leerme.
Daysidarias.2017@gmail.com