María del Socorro Curiel Vaca.
Soy profesora de un bachillerato tecnológico situado en la ciudad de Hermosillo, Sonora, en este semestre agosto 2011-enero 2012, imparto la asignatura de Ciencia Tecnología Sociedad y Valores I cuyo propósito es construir el concepto fundamental “Desarrollo Sustentable”. Mis estudiantes son jóvenes recién egresados de educación media cuyas edades fluctúan entre los 14 y 15 años.

Cientos de veces como docente mueven mis reflexiones ideas como, cuáles serán las mejores estrategias centradas en el aprendizaje que puedo diseñar para que mis alumnos logren la construcción del concepto desarrollo sustentable, pero que a la vez y prioritariamente a la adquisición del concepto incorporen actitudes respetuosas y responsables con el medio ambiente. Metodológicamente no es tan complicado trabajar este concepto pero en mi experiencia sí que lo es aparejarlo a la incorporación de la actitud, pareciera que desde lo teórico podemos asumir la sustentabilidad pero fácilmente la disgregamos de nuestras pequeñas acciones cotidianas en donde podemos aplicarla.

Pensando siempre en ese engarce, es que elegí el recurso didáctico “Una ciudad para el peatón” referencia 5MMG122 del contenedor Hábitat Humano. El recurso fue puesto al alcance de los 52 estudiantes del 1er semestre del bachillerato, a partir de ahí y gracias a la inspiración que me dejó el recurso, les pedía a mis estudiantes que planearán una ciudad en la que fueran incluidas todas las políticas de construcción científica y tecnológicamente sustentables, además de incorporar algunas poblacionales que me permitieran establecer functores entre los aprendizajes en relación al tema Urbanización y los anteriormente revisados del tema Crecimiento demográfico.

El texto empleado en el recurso y otros documentos varios como los de la CMMAD afirman que el mundo del siglo XXI será en gran parte urbano con su respectivos problemas asociados; alteración del uso de suelo de tierras agrícolas fértiles por la invasión de la mancha urbana, desconexión con la naturaleza e insensibilización hacia la misma, uso de materiales inadecuados para enfrentar el clima o los desastres naturales, cinturones de miseria a donde no llega el crecimiento de infraestructuras, servicios y viviendas, la enorme demanda de recursos energéticos, enorme volumen de generación de residuos y sus efectos en suelos y aguas, la contaminación atmosférica, lumínica y acústica.

Ante el panorama que se avecina según las estimaciones para el año 2025, es necesario preparar a los estudiantes para afrontar los retos de una ciudadanía de megapolis con sustentabilidad, de esta forma el recurso se complementó con una actividad cuya duración fue de tres semanas.

Se formaron equipos de 5 a 6 estudiantes de ambos sexos, se les solicitó que planearan una ciudad lo más sustentable posible empleando todo tipo de artefactos tecnológicos conocidos hasta hoy para ese fin, se les pidió posicionarla en un mapa real y que sus medidas fueran de la mitad de la zona urbana de nuestra ciudad, resolviendo todo tipo de problemas al realizar su proyecto partiendo de la investigación, argumentando sus decisiones y llevándolas al diseño a escala.

Quiero destacar las cosas que descubrí que mis alumnos desconocían, ¿cuánto mide de ancho una calle? ¿qué medida típica tiene una vivienda? cómo llevar a escala las medidas de la ciudad de su proyecto tanto para el plano como para la maqueta.

Quiero compartir las enormes posibilidades de desarrollar competencias y aplicar transversalidades que permitió esta experiencia, trabajar su autodeterminación, expresar y comunicar, pensar crítica y reflexivamente, aprender en forma autónoma y en comunidad de aprendizaje, trabajar en forma colaborativa y a participar con responsabilidad en la sociedad. Además aplicar saberes y procedimientos matemáticos, incorporar las TIC, valorar las funciones de las leyes con visión humanista, establecer relaciones entre la ciencia, la tecnología la sociedad y el ambiente en contextos específicos.

Una de las satisfacciones inmediatas de mi trabajo es ver que la actividad que se les propone les gusta, les entusiasma, se divierten, compiten entre sí por hacerlo mejor que los otros, las de mediano plazo es comprobar que se cumplieron los propósitos de aprendizaje, los de largo plazo, que quizá no me toque ver, será esperar que ya incorporados a la vida laboral, logren incidir en las decisiones públicas hacia la sustentabilidad de las ciudades y como consumidores elijan congruentemente acorde a actitudes respetuosas con el medio ambiente.

Esta es una lista de cotejo que les sirvió de guía para el desarrollo del proyecto.

Los proyectos se entregaron en avances que los llevaron a la construcción, revisión y rediseño en por lo menos tres etapas.

 Es gratificante poder diseñar estrategias centradas en el aprendizaje del estudiante que además les presenten un reto interesante a vencer y a mi me enorgullecen sus resultados.0.