23 de julio de 2021

Dra. María Carmen Buelga Otero. Buenos Aires. Argentina. Comunidad de Educadores de la Red Iberoamericana de Docentes.
Ante la situación educativa virtual que nos trae la pandemia, esta produce cambios en el rol del docente y lo complejiza al incorporar nuevas funciones y formas de trasmitir los conocimientos a los alumnos.

Las nuevas exigencias al rol docente ante la implementación de la virtualidad, genera nuevas formas de vinculación pedagógica, como también cambios en las organizaciones educativas. Si bien, la tecnología habilita las comunicaciones interactivas y masivas, estas deben ser diseñadas con creatividad y eficacia para producir el aprendizaje de los alumnos. Ante esta nueva situación el rol docente es fundamental, ya que es el factor clave para realizar el cambio que deben implementar las organizaciones formativas de los modelos pedagógicos sustentados en la tecnología. 

Ante estas exigencias educativas, debemos considerar si, todos los docentes en los distintos niveles están formados y preparados para la enseñanza virtual, siendo esta la que les cambia la función básica, dejando de ser el centro de la enseñanza-aprendizaje de los alumnos en la forma presencial, a compartir la centralidad con la virtualidad.

En este contexto de pandemia aprendimos que la función fundamental del docente en la educación virtual que se implementa en las escuelas, consiste no solo en trasmitir conocimientos, sino en ser el apoyo imprescindible de los alumnos, para que estos incorporen los mismos, através de técnicas motivadoras que fortalezcan la autonomía en este nuevo tipo de aprendizaje. Igualmente debe saber guiar debidamente las diversas instancias y así promover el trabajo grupal y cooperativo que permita la integración de los cursantes y la aceptación de estos en las nuevas formas virtuales de relacionarse con los compañeros y los docentes.

Considero imprescindible destacar la importancia de la capacitación que debe adquirir el docente para enfrentar las nuevas formas de enseñanza y relación con los alumnos al construirse la virtualidad. Esta, le genera diferentes roles que se deben incorporar y naturalizar, como es, ser un guía orientador en estas modalidades que irrumpen en el aprendizaje, dado que cada tecnología nos presenta diferentes saberes que surgen de su estructura, creando alumnos con capacidades y competencias en el escuchar, ver, leer y vincularse en virtualidad.

Ante lo expuesto y dada las circunstancias que atraviesa la sociedad por la pandemia, es fundamental que el docente conserve su rol y también la escuela, siendo los dos esenciales para la socialización de las personas. Esto es muy importante ante los cambios que se originan y más al considerar que los hogares pasan a ser las aulas de la educación al introducir la virtualidad. 

Cabe señalar la transformación que la tecnología ha producido en el desempeño docente en este largo tiempo de pandemia, generó de ser el único trasmisor de los conocimientos a expandir información. Información cuya cantidad es tan amplia que exige al docente mayores tareas, como el estímulo en sus alumnos, incorporar la convivencia, cooperación, ética y la autonomía. 

Hay que reconocer que el docente está muy condicionado ante las nuevas particularidades pedagógicas y organizacionales que aportan las tecnologías, las que modifican las formas de comunicación interpersonal y social. Estas contribuyen a una comunicación inmediata, lo que hace un mayor intercambio entre el docente y alumno.

Hay una nueva realidad y es la modalidad virtual educativa, la que genera cambios en el rol docente, lo que lo hace más complejo al incorporar nuevos roles no previsto en su formación. 

Esta situación de cambio e innovación implica afianzar los conocimientos actualizando las metodologías de la enseñanza-aprendizaje y más cuando la educación no es presencial, ya que las tecnologías tienen sus propias normativas, lo que implica pensar en nuevas estrategias para implementar y desarrollar en los alumnos sus capacidades y habilidades.

Hoy estamos ante una nueva realidad en las funciones que debe cumplir el docente, lo que le exige capacitación en el área de manejo y desarrollo tecnológico y también saber que desde la virtualidad puede realizar tareas que desarrollen la participación, el compromiso de los alumnos y a su vez le permita conocer las capacidades, dificultades e intereses de los mismos.

Es una etapa muy compleja, que impone un perfil docente no pensado, ni elaborado al surgir de las nuevas modalidades de comunicación en la enseñanza-aprendizaje que esta pandemia impone a través de la virtualidad.

Podemos establecer que al identificar el contexto social, familiar y de salud, donde hoy se brinda la educación y analizar el rol del docente en el mismo, posibilita que se pueda acompañar en el aprendizaje al alumno y darle una apropiada contención ante los cambios que se realizan, siendo la escuela y el docente fundamentales en la educación.