11 de marzo de 2020

El Observatorio Mujeres, Ciencia e Innovación ha presentado el primer informe ’Mujeres e Innovación’, una nueva serie con la que se pretende informar acerca de la situación de las mujeres y de aspectos relativos a la igualdad de género en el área de la innovación.

Los datos recopilados muestran la existencia de importantes desequilibrios y refuerzan la necesidad de desarrollar una nueva monitorización sobre la innovación con perspectiva de género, que ayude a hacer un seguimiento de la situación y de los avances y medidas impulsadas.

En la actualidad no se dispone de datos accesibles para conocer el papel de las mujeres en los procesos de innovación, porque el factor humano no aparece reflejado en las encuestas de innovación, y ello a pesar de su importancia en estos procesos, tanto desde el punto de vista estratégico como operativo. Esta ausencia de información relativa a las personas innovadoras en las baterías al uso de indicadores sobre innovación, se sitúa en las concepciones teóricas subyacentes al cálculo de estos indicadores; en particular, en la influencia de las concepciones que asocian la capacidad de emprender e innovar a factores innatos, convirtiendo, por tanto, el factor humano en algo irrelevante desde el punto de vista de la política pública.

Teniendo en cuenta esta dificultad, entre octubre y noviembre de 2019, se han recopilado y analizado otros datos de diferentes instituciones que informan sobre actividades innovadoras y sobre diversos aspectos relacionados con su dirección y su financiación. En primer lugar, los recursos humanos en ciencia y tecnología y la presencia de mujeres en actividades de Investigación y Desarrollo (I+D), que es una de las principales actividades innovadoras, aun no siendo la única, especialmente en los sectores de alta tecnología. También se ha analizado, dentro de la Encuesta de Población Activa, el emprendimiento femenino y la proporción de mujeres en puestos de dirección de empresas, con el fin de tratar de ofrecer una primera aproximación sobre el liderazgo de las mujeres en las empresas.

Otra aproximación ha consistido en analizar con perspectiva de género el acceso de las mujeres a los programas de fomento de la innovación y el emprendimiento convocados por diferentes unidades de la Administración General del Estado y la distribución y evolución de los empleos existentes en las empresas beneficiarias de las citadas ayudas.

Comunidad de Educadores: Un espacio para visibilizar el pensamiento de los docentes

La Red Iberoamericana de Docentes (42.000 miembros) quiere aprovechar la gran visibilidad que tiene sus blogs, tanto en la Red como en abierto, y va a iniciar una etapa en la que se van proponiendo temas de interés para la profesión docente que se actualizarán cada dos meses y que serán revisados por nuestro Comité Académico con el compromiso de hacer un retorno de todo lo recibido. Los docentes que a lo largo de 2020 publiquen un mínimo de 5 artículos recibirán un certificado acreditativo. El registro en esta acción es libre y gratuito y las entregas se harán a través de una plataforma Moodle para tener un control y las herramientas de evaluación adecuadas. Los datos que se solicitan son los necesarios para emitir, en caso de haberlo logrado, los certificados. Registro en: https://forms.gle/ssatywJomDsff2T27

Y en 2020 estamos haciendo entre todos el Año Iberoamericano de la Cultura Científica

Una de las mayores fuentes de nuevo conocimiento en los procesos de innovación son las universidades y organismos de investigación, por lo que se han recabado y analizado datos de la Encuesta de Investigación y Transferencia de Conocimiento de la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE) y datos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC); y asimismo se han descrito los resultados de dos encuestas realizadas en el marco de proyectos de investigación, encaminadas a identificar la implicación Resumen ejecutivo del personal investigador del sistema público español en actividades de intercambio y transferencia de conocimiento con los agentes sociales, uno de ellos de ámbito general y otro centrado en el área biomédica.

Finalmente, se ha recopilado información a nivel de la Administración General del Estado sobre la distribución de mujeres y hombres en órganos de decisión y consulta relacionados con políticas de ciencia e innovación, incluidas las comisiones de selección de ayudas al fomento de la innovación.

En resumen, se han analizado las fuentes de datos disponibles, pero en gran medida se han recabado datos exprofeso para el presente informe. A continuación, se describen los resultados más relevantes:

  • Las mujeres representan la mitad de la población ocupada con educación superior y la mitad de la población ocupada que desempeña ocupaciones consideradas por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) como de ciencia y tecnología (técnicas, profesionales, científicas e intelectuales). Sin embargo, su representación en la población directamente ocupada en sectores empresariales de alta y media-alta tecnología, desciende a valores que se sitúan entre el 26% del personal en general y el 31% de aquel que participa directamente en actividades de I+D.
  • Las empresarias españolas que emplean personal asalariado (4% de las mujeres ocupadas) representan un porcentaje inferior al de los hombres (7%), pero ellas tienen un nivel de formación superior, dado que el 40% cuentan con enseñanza superior, siendo un 33% en el caso de los empresarios. No se dispone de información suficiente para observar relaciones estructurales del posible emprendimiento innovador femenino o posibles diferencias de género.
  • En el grueso de las ayudas estatales destinadas al fomento de la innovación tecnológica e industrial en las empresas (más de 8.500 millones de euros en préstamos y subvenciones 2014-2018), el empleo femenino de las empresas financiadas se sitúa entre el 18% y el 23% en el período 2014-2018. Estos porcentajes son más bajos que la presencia de mujeres ocupadas como personal de I+D o investigadoras en sectores empresariales de alta y media-tecnología, que es de un 31%. En los años 2017 y 2018 aumenta la brecha existente entre empleo masculino y femenino en las empresas financiadas. Asimismo, se observan grandes desequilibrios en los órganos de gobierno de las Asociaciones Empresariales Innovadoras que reciben ayudas estatales, ya que tan sólo el 14% de los miembros de las juntas de gobierno de las asociaciones financiadas son mujeres.
  • Proporcionalmente, la participación de mujeres en actividades de intercambio y transferencia de conocimiento es más baja que la de los hombres, salvo en actividades directas y no formalizadas institucionalmente, si bien se observan diferencias según áreas científicas en las preferencias medias de científicas y científicos por determinados tipos de interacciones. Se observa asimismo que la brecha de género en transferencia desaparece una vez se rompe el techo de cristal y las mujeres acceden a las categorías profesionales superiores de la carrera académica o científica. En el ámbito de la biomedicina, desde donde se aporta este dato, las mujeres conceden igual o más importancia que los hombres a los potenciales sectores beneficiarios de las actividades de transferencia, sean pacientes o industria, entre otros.
  • El personal técnico de las Oficinas de Trasferencia de Resultados de Investigación (OTRI) o equivalentes, dedicado a facilitar y gestionar el intercambio y la transferencia de conocimiento en las universidades y CSIC, es mayoritariamente femenino.
  • En general, la mayoría de los datos disponibles corresponden a innovación tecnológica y al sector empresarial, donde la representación femenina es más baja. No se han localizado datos suficientes para poder ser tratados en otros tipos de innovaciones (innovación social, en la administración), donde el porcentaje de mujeres ocupadas es más alto.

Las recomendaciones del estudio se orientan a proponer que la monitorización de la innovación y de las políticas para su fomento incorpore la inclusión de datos relativos a las personas, y por tanto a la participación de mujeres y hombres. Hacen referencia asimismo a ámbitos en los que es preciso recabar nuevos datos o información más detallada para el desarrollo de futuros informes.

La principal conclusión, por tanto, no es que las mujeres innoven menos, sino que, con la información disponible en la actualidad, no es posible saber con exactitud cuánto, ni dónde o cómo lo hacen. Si el objetivo del presente informe es también contribuir a avanzar para el diseño de nuevos indicadores de innovación y género y recoger nuevos datos que permitan calcularlos, será necesario partir de modelos teóricos de innovación y emprendimiento en los que pueda tener acomodo analítico genuino el factor humano, y con él, las consideraciones de género.

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