6 de agosto de 2020

Plataforma Escuela Pública de Huesca
La Plataforma Escuela Pública de Huesca pretende aunar esfuerzos de las distintas organizaciones políticas, sociales y sindicales de la provincia para conseguir una Educación Pública de Calidad, Igualitaria, Laica, Democrática,...

En el grupo Docentes por la frente a la pandemia de nuestra Red Iberoamericana de Docentes Ángel Gonzalvo Vallespi ha publicado este interesante manifiesto:

Tras tantas horas dedicadas a las pantallas ha quedado claro que ni el alumnado, ni las familias, ni el profesorado quieren sustituir la educación presencial por la virtual, tampoco la administración; las pantallas no son más que un instrumento y un plan B (ambas cosas, en sí mismas, nada desdeñables). Las personas tenemos la necesidad de estar juntas; la interacción personal es un factor clave para ser y para aprender.

También es evidente que lo que llamamos nueva normalidad va a exigir una nueva escuela. Esta nueva escuela debe cimentarse sobre una mayor y real autonomía de los centros que necesariamente ha de implicar una nueva y mayor autonomía y responsabilidad por parte de toda la comunidad educativa, y en especial del alumnado, al que no se le debe seguir motivando como hasta ahora: ¡nos hemos dado cuenta de que el debate fundamentalmente ha sido si aprueban o suspenden y cómo, en lugar de si aprenden y qué aprenden! ¿Acaso les hemos preguntado cómo se han sentido ante esta inesperada y perturbadora situación? Urge educar en la corresponsabilidad; la pandemia lo exige en todos los ámbitos y así ya se está haciendo, hagámoslo también en el escolar. Y a la administración educativa exijámosle comprensión y flexibilidad normativa.

Si abren los establecimientos de hostelería y todo tipo de comercios, ¿por qué no los centros escolares? Si todos llevamos las mascarillas oportunas, se guardan las distancias y hay limpieza continua de espacios y pupitres, es posible la enseñanza presencial. En septiembre no es admisible que haya escasez de personal, mascarillas, geles, información y formación.

No nos obcequemos con 15 por aula, la recomendación de sanidad es 2 metros de distancia: ¿qué hacer entonces?

  1. Extender los centros más allá de los centros y pensar en nuevos espacios que han de ser utilizados para dar clase, tanto los propios espacios al aire libre, como espacios externos: bibliotecas públicas, museos, centros cívicos, salones municipales o de la comunidad, palacios de congresos y otras salas (no solo públicas) -cercanos a donde vive el alumnado-, que permiten el distanciamiento social, que están equipados e infrautilizados, serían la ampliación del centro con su oferta de nuevas y diferentes aulas; por supuesto, sin perder de vista que una biblioteca siempre será una biblioteca, y que un gimnasio es el lugar idóneo para desarrollar las actividades propias de la tan necesaria educación física y no un espacio a ocupar con mesas y sillas.
  2. Estos nuevos espacios escolares conllevan la posibilidad de nuevos tiempos escolares, hay que acabar con los compartimentos estancos de hora de clase-materia, y así, además, evitamos el trasiego por los pasillos con el consiguiente riesgo. Conviene, pues, una reordenación curricular y de horarios. Al tiempo que se concentran las asignaturas en áreas o ámbitos más amplios (ya se ha hablado de área lingüística y matemática, tipo PAI -Programa de Aprendizaje Inclusivo en la Educación Secundaria Obligatoria-), hemos de reducir los temarios y abrirnos a una visión holística, es decir: hay que trabajar en proyectos interdisciplinares. Por poner un ejemplo: si la visita a un museo durante 3 horas puede dar sus frutos… ¡Un trimestre entero! En cualquier caso, ya son muchos los centros que trabajan por Proyectos y cuyos claustros son expertos en organizaciones horarias diferentes a la rigidez clásica. Seguro que pueden dar muchas pistas y servir de guías y ayuda a quienes quieran iniciarse por estas sendas.

En esos nuevos espacios se podrá contar con los agentes educativos allí disponibles: monitores, guías, bibliotecarias… Podremos dar clase a 15, pero también, en ocasiones, a 40.

  1. Los nuevos tiempos escolares implican trabajar las materias por trimestres o cuatrimestres y tener uno o dos horarios distintos para el profesorado durante el curso. Hay que pensar en la posibilidad, a la hora de hacer horarios, que lo que unos grupos hagan en el primer trimestre, otros lo harán en el último para favorecer la organización y garantizar la igualdad de oportunidades.

Si un centro se desdobla en dos o tres espacios, hay que hacer los horarios de forma que el profesorado solo trabaje en uno. También hay que reducir el número de horas de docencia directa para tener más de coordinación de los equipos docentes. Las tutorías deben repartirse entre todos, donde ahora son 25 tutelados, 10-12 (pensando también en que tengamos que volver en un momento dado a la confinación).

El reajuste y la reducción horaria facilitará también la solución de parte de la problemática del alumnado transportado, posibilitando igualmente entradas y salidas escalonadas.

  1. Al hablar de autonomía de los centros también hablamos de que todos no son iguales: tamaño, contexto, recursos…, lo que unos implanten, a otros no les valdrá; no es igual ciudad que campo, colegio que instituto, grande que pequeño… En institutos muy grandes igual hay que ir a dos horarios diferentes, turnos de mañana y de tarde, por ejemplo (sin que al profesorado le suponga estar en los dos). Puede haber centros que muy excepcionalmente trabajen online un día a la semana o en una asignatura muy concreta, por citar otro caso; colegios a los que les sobre espacio…

Todo lo anterior a expensas de que las sucesivas fases del desconfinamiento de junio a septiembre no produzcan un repunte significativo que nos lleve a una nueva reclusión; pero si no es así y se retoma esa nueva normalidad, ¿por qué no tener una nueva y buena escuela presencial antes que mixta u online? Por supuesto, siempre cumpliendo todas las medidas sanitarias. Y en este sentido, no compartimos la idea de que las medidas sanitarias queden a expensas de criterios economicistas y no de criterios estrictamente psicopedagógicos y de bienestar emocional y social de los sujetos educativos concretos.

Así pues, esperamos que la administración educativa sea receptiva a estas propuestas y entre en contacto y negociación con las administraciones correspondientes de los ámbitos municipales y autonómicos para ponerlas en marcha, además de ejercer su labor de escuchar y coordinar a la comunidad educativa por medio de sus representantes, aplicando el sentido común y la audacia innovadora que la situación propicia y demanda.

También esperamos que todas las administraciones concernidas en los temas educativos (autonómicas, comarcales y municipales) impulsen un “verano enriquecido” para el alumnado que lo requiera, contando con una buena oferta de ludotecas y educadores y educadoras de tiempo libre expertos en desarrollar proyectos educativos que contemplen la realidad personal y social de cada criatura. Contar con una red educativa bien articulada, que incluya guías, artistas y expertos culturales, durante todo el curso, contribuirá claramente a restablecer el bienestar emocional y a potenciar la pasión por la cultura, el arte, la ciencia y la investigación de todos nuestros estudiantes, mayores y pequeños.

Huesca, 9 de Junio de 2020

Manifiesto elaborado conjuntamente por participantes en los “Debates sobre Educación en tiempos de pandemia”

plataformaephu@gmail.com

http://plataformaescuelapublicahu.blogspot.com