2 de diciembre de 2020

Por razones que no vienen al caso, he tenido que leer a muchos filósofos que tuvieron que presenciar e interpretar el paso del tardofranquismo a la democracia. En un libro de sociología lingüística de José Luis L. Aranguren (La comunicación humana, Tecnos, 1986), he leído unas palabras que me han llamado la atención: “Si el lenguaje ―es decir, el pensamiento, es decir, el comportamiento― no se renueva, el país de que se trate va quedando rezagado.

La escolástica, de cualquier clase que ella sea, la rutina en la aplicación de los métodos y los contenidos pedagógicos, la inalterable vigencia de unas mismas recetas literarias y la incansable repetición de viejos tópicos políticos, constituyen la más inequívoca prueba de que la lengua y el país que la habla han perdido el dinamismo en que consiste la civilización.”

..

Seguir leyendo y comentar

Requiere el registro gratuito en la Red Iberoamericana de Docentes, un espacio colaborativo con más de 44.000 docentes

II Congreso Iberoamericano de Docentes. Docentes frente a la pandemia