3 de abril de 2020

Alida R. Labarca. Maracaibo, estado Zulia Venezuela
Dentro del contexto de la educación ambiental (EA), a pesar de todas las actividades que se realizan en el ámbito informal, es de la que menos informaciónse tiene;de cómo son transmitidos los conocimientos en dicho ámbito, así como los hábitos, comportamientos, aptitudes y actitudes que se desprenden de los modelos educativos de cara a la sostenibilidad, al menos en Venezuela. 

 A los problemas ambientales que se vienen enfrentando a nivel mundial: la contaminación de la atmósfera, de los mares y los ríos, la extinción de especies animales y vegetales, el ruido yla pobreza extrema; a través de las actividades que he venido realizandodesde hace unos meses para un estudio de casos, he podido constatar que existen otros no menos importantes que deberían agregarse a la lista anterior y que limitan la acción de la EA, en el ámbito informal: la indiferencia y la desidia.

 Ambas se ponen en evidencia, al ver correr el agua potable libremente por las aceras, árboles secos por falta de agua en las áreas verdes comunes, montones de escombros y basura acumulada en las aceras; así como patios completamente sellados con concreto. En la mayoría de las casas no hay árboles ni jardín, para no tener que recoger las hojas secas.

Comunidad de Educadores: Un espacio para visibilizar el pensamiento de los docentes

La Red Iberoamericana de Docentes (42.000 miembros) quiere aprovechar la gran visibilidad que tiene sus blogs, tanto en la Red como en abierto, y va a iniciar una etapa en la que se van proponiendo temas de interés para la profesión docente que se actualizarán cada dos meses y que serán revisados por nuestro Comité Académico con el compromiso de hacer un retorno de todo lo recibido. Los docentes que a lo largo de 2020 publiquen un mínimo de 5 artículos recibirán un certificado acreditativo. El registro en esta acción es libre y gratuito y las entregas se harán a través de una plataforma Moodle para tener un control y las herramientas de evaluación adecuadas. Los datos que se solicitan son los necesarios para emitir, en caso de haberlo logrado, los certificados. Registro en: https://forms.gle/ssatywJomDsff2T27

Y en 2020 estamos haciendo entre todos el Año Iberoamericano de la Cultura Científica

No existe una respuesta concreta que explique el porqué de ese comportamiento. Sin embargo, la actitud y comportamiento de la mayoría de los habitantes de la comunidad observada, son una clara evidencia de hábitos que dejan implícita la ausencia de valores, que se deben aprender en el núcleo familiar como lo es la responsabilidad, y luego ser reforzados en el ámbito escolar formal; cuya inexistencia redunda en patrones de conducta inadecuados y la indolencia ante el deterioro del ambiente local.

 Tomando en cuenta que, las transformaciones ambientales producto de la actitud individual se traduce en daños cada vez más graves para el ambiente; es tarea de la EA orientar y sensibilizar a la comunidad para despertar la conciencia popular ecológica y social, incentivar el sentido de compromiso y responsabilidad individual, formar actitudes y aptitudes que les permita buscar soluciones, minimizar problemas ambientales y evitar que se repitan.

Partiendo de las premisas de que buena parte del desarrollo psicosocial de los individuos se consolida en la primera infancia, y ésta suele ubicarse en el seno de la familia, en el hogar; que es en el allí donde comienza la formación de valores y la práctica de las buenas costumbres, se concluye que, es necesario fomentar desde los distintos ámbitos y en especial desde el más cercano al ciudadano, intervenciones que sirvan de guía y apoyo en el entorno familiar para concienciar y sensibilizar a sus integrantes hacia conductas más amigables con el ambiente, así como los hábitos, comportamientos, actitudes y valores que se desprenden de los modelos educativos encaminadas al logro de una verdadera educación para el desarrollo sostenible.

 Hay actitudes que merecen ser cambiadas y valores (como los ambientales) que deben ser desarrollados y consolidados. Precisamente, ahí es donde radica el problema, en la destrucción de los valores básicos, con efectos devastadores sobre el ambiente. Es por esto que, muchos documentos oficiales y tratados de carácter internacional y nacional recomiendan e instana los diferentes organismos yentidades públicas a fomentar acciones que vayan en beneficio del ambiente dirigidas a las familias.

 No obstante que, entre los distintos ámbitos y niveles hacia la sostenibilidad se enmarca la familia, es imperativo que la cultura inherente al propio sistema familiar sea coherente con un sistema de valores en esa línea.Es el hogar, el referente de lo local e inmediato, para así comenzar a intentar dar respuesta a la problemática global (que va de local a lo global).

 Considerando que el futuro del planeta está en nuestras manos, se debe generar con urgencia, cambios en la calidad de vida en todos los aspectos y mayor conciencia en la conducta personal, así como armonía entre los seres humanos y de éstos con otras formas de vida. Así, aunque no es una tarea fácil, se pueden cambiar las actitudes hacia la protección del ambiente para contribuir al desarrollo social en general. 

 El análisis de los resultados del estudio realizado muestra evidencias de que deberían fomentarse en los niños valores ambientales desde edades muy tempanas, toda vez que se trata, no sólo de fomentar conductas de tales o cuales características a favor del ambiente, si no que principalmente se requieren cambios profundos en sus actitudes hacia la conservación de los recursos para que puedan ser aprovechados pero sin comprometerlos de tal forma que puedan disfrutarlos las generaciones futuras..

 Se deben diseñar y experimentar estrategias y programas de educación ambiental en el ámbito informal, dirigidas a promover el desarrollo de actitudes ambientalistas, ya que estas dan a la conducta un soporte cognitivo y afectivo.

 Los individuos, tienen que tomar conciencia del daño que en todo el mundo se viene haciendo al ambiente, así como de la necesidad de cambio, contribuyendo activamente a la protección y cuidado de sus elementos. Lo cual supone modificar, incluso, esquemas mentales muy arraigados como dejar abiertas las llaves de grifos, duchas y mangueras, entre otros.

 Y, ¿qué mejor herramienta para lograrlo que la Educación Ambiental?

Palabras clave: Actitudes ambientalistas, Ámbito informal, Educación ambiental.