25 de abril de 2019

Reina Cortellezzi. La participación es la pieza estratégica en la construcción y mantenimiento de las sociedades democráticas. Pero, requiere ser aprendida. El profesorado y estudiantes sienten la necesidad de enseñar y aprender juntos. Es esta inquietud la que moviliza a los sujetos en la búsqueda de nuevas formas de planificar sus clases. Este es precisamente, el momento de seleccionar materiales adecuados al currículum de ciencias y a la vez con la posibilidad de preguntar y comprender los vínculos entre ciencia y tecnología y las implicancias ético-sociales de la misma.

La Comunidad Educadores Iberoamericanos para la Cultura Científica cuenta con un repositorio de Simulaciones Ciencia Tecnología y Sociedad (CTS) con una guía didáctica y los documentos ficticios y polémicos y de otros científicos. Esta producción está complementada por un conjunto de pautas para el desarrollo de la actividad y evaluación de los grupos de aprendizaje.

La primera semana de octubre tiene como protagonista a la clase de Tercer Año B de la Escuela Técnica de Rosario miembros activos del Proyecto Colaborativo Residuos. Estos estudiantes están interesados en el desarrollo de instancias de formación a la población sobre la necesidad de re-pensar y cambiar nuestros hábitos de consumo para minimizar la producción de basura y hacer una recolección selectiva y facilitadora del reciclaje de residuos. La Gran Pregunta: ¿Cómo lo hacemos? Muchas fueron las propuestas. Primero (dijo Evelyn), somos nosotros quienes debemos aprender a comunicar que el planeta está en riesgo. Sus compañeros se involucraron rápidamente, así surgió la idea practicar el encuentro con los vecinos y para ese abordaje se seleccionó “La basura de la ciudad”. Un caso sobre consumo, gestión y medio ambiente. La autoría corresponde a los profesores R. Arribas Ramírez y L.E. Fernández García.


Vecinos y estudiantes leemos el Manifesto por el futuro sostenible

La docente hace entrega de la noticia ficticia “Técnicos municipales de medio ambiente alertan sobre el problema de la basura”. La lectura se hace en el gran grupo. Posteriormente la interacción con los estudiantes se hace siguiendo el cuestionario guía cuando un comentario irrumpió, “Siempre pasa lo mismo, nos cargan la mochila a nosotros mientras esperan los informes ambientales”, (Darío) mientras en el grupo se superponen voces “Y...a dónde va todo nuestra indagación, conclusiones y sugerencia del trabajo realizado con jóvenes de otros colegios iberoamericanos” ¿Quién nos va a escuchar?

Es este el momento para la conformación de los equipos, con la autoasignación de roles con los que se sienten identificados y la recepción de los materiales respectivos para la preparación de sus argumentos y posición a defender. El encuentro se realiza en siete días.
Llega el día del debate, la modalidad de asamblea con juego de roles empieza. Se observa entusiasmo y pertinencia de los argumentos. El debate se da por iniciado.

El moderador hace la síntesis de los acuerdos alcanzados, mientras el estudiante Alcalde cierra la sesión expresando: “antes yo pensaba que ser alcalde era una tarea muy fácil y que no resolvían porque no se ocupaban de los problemas”. Ahora todos comprendimos que las soluciones se encuentran entre todos, los gobernantes fijar las políticas prioritarias, los científicos no aportan la información y los vecinos la vigilancia de la calidad del ambiente y dar aviso de los supuestos problemas que escapan a la educación ambiental, a los modos de consumo y a la contaminación por la basura de la ciudad.

La evaluación se realizó mediante una rúbrica que daba cuenta de las intervenciones, escuchas y argumentos presentados, los que debían dar cuenta de la lectura de los documentos y de otros saberes que podían complementar y/o dilucidar situaciones conflictivas. También, surgió la importancia de los relacionamientos entre grupos, explicitando la relevancia del saber, de la lectura y la tolerancia sobre todo y con todos.

 

Este trabajo será replicado con vecinos, las ONGs, recolectores municipales y la invitación especial a Alcalde local, al que le obsequiarán la fotografía que a continuación se muestra para poner en su despacho y un afiche con el desglose de los residuos que se generan en la ciudad por familia en un día.

La evaluación continuará y los aprendizajes también, dado que en la instancia venidera serán moderadores y observadores de una jornada de aprendizaje de la participación para una ciudadanía responsable y alfabetizada científica y tecnológicamente.

La actividad fue disfrutable y complementa las realizadas durante 2010 con este mismo grupo clase.

Desde el rol docente, promuevo entre mis colegas y en quienes accedan a esta noticia la selección de materiales y actividades como ésta, porque es una estrategia para la práctica de la lectura (nunca antes leyeron tanto y de manera comprensiva), cumplimiento de procesos, respetar los tiempos y la diversidad de posiciones sobre un mismo problema. Saber identificar el problema y generar argumentos para su solución sumado a la confrontación de la veracidad o no de los documentos disponibles, También es conveniente destacar la formulación de nuevas preguntas como ¿Han pensado estos grupos en los riesgos para la salud de las personas el trabajo en vertederos?, ¿Cómo frenar el consumo de laptops, PC y celulares con las virtudes que tienen estas tecnologías y lo rápido que se consumen y descartan los equipos? “Se lo preguntaremos al Alcalde, quizás tenga una respuesta” (dijeron dos alumnas).