11 de enero de 2020

Edwin Flores. El Salvador.
Ante el creciente aumento de la violencia estudiantil que se experimenta en las escuelas, se presentan una serie de valoraciones que permitan analizar el fenómeno de la violencia, sus causas, implicaciones y las respuestas que se proponen desde una perspectiva resilientes.

La educación es un derecho inalienable de las personas, son parte de las reflexiones de las que se parte, de las metas y desafíos que se plantean a fin de innovar los proceso, actualizar la malla curricular a las nuevas necesidades educativas, responder a los desafíos culturales, integrar las tecnologías, lograr la inclusión social empezando por la escuela y tantos otros retos que se plantean, pero que no se puede ignorar un fenómeno social como es la violencia imperante que al menos experimenta el país y que influye de manera significativa en el quehacer de la escuela en medio de estos dilemas propios de la cultura educacional.

El fenómeno de la violencia ha desbordado las capacidades del estado para hacer frente a dicha problemática, repercutiendo no sólo en la sociedad sino también en las escuelas mismas que se ven afectadas por este flagelo, no sólo en su quehacer docente, sino con el tema de seguridad, estabilidad, disciplina y el compromiso asumido para ejercer su docencia desde las escuelas hacia los distintos estudiantes.

Comunidad de Educadores: Un espacio para visibilizar el pensamiento de los docentes

La Red Iberoamericana de Docentes (41.600 miembros) quiere aprovechar la gran visibilidad que tiene sus blogs, tanto en la Red como en abierto, y va a iniciar una etapa en la que se van proponiendo temas de interés para la profesión docente que se actualizarán cada dos meses y que serán revisados por nuestro Comité Académico con el compromiso de hacer un retorno de todo lo recibido. Los docentes que a lo largo de 2020 publiquen un mínimo de 5 artículos recibirán un certificado acreditativo. El registro en esta acción es libre y gratuito y las entregas se harán a través de una plataforma Moodle para tener un control y las herramientas de evaluación adecuadas. Todos lo interesados puede registrarse desde hoy hasta el 31 de diciembre de 2019. Los datos que se solicitan son los necesarios para emitir, en caso de haberlo logrado, los certificados. Registro en: https://forms.gle/ssatywJomDsff2T27

Y en 2020 haremos entre todos el Año Iberoamericano de la Cultura Científica

El representante del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) en El Salvador, Gordon Jonathan Lewis, hizo una serie de valoraciones al final del año 2013 que parece interesante destacar en l tema de violencia, entre los datos más significativos que uno de los principales periódicos locales recogió de esa presentación se encuentran los siguientes:

  • El 44 % de los adolescentes del área urbana cursan el bachillerato, mientras que en la zona rural es apenas del 26 %. En total, se detalló que 285,096 niñas y niños entre cuatro y 17 años no asisten a la escuela y que 68,356 desertaron del sistema educativo en 2011.
  • 845,891 niños y adolescentes viven sin su padre, madre o ambos; la mitad, por abandono del padre; además, siete de cada 10 niñas y niños son violentados en el hogar. Y si se le quiere agregar un dato extra: más de 300,000 niños viven en hogares donde un familiar ha emigrado.
  • Según la estimación de UNICEF, con base en el Instituto de Medicina Legal son muchos los menores de edad que son agredidos. Según FUNDAUNGO-IML, en 2011 fueron 959 niñas, niños y adolescentes las víctimas de homicidios y antes abusados. Entre 2001 y 2011 se registró un total de 19,000 agresiones sexuales; casi el 73 % fue cometido contra niñas, niños y adolescentes entre uno y 18 años.

Cuando se revisan los datos son alarmantes y sin duda, no se puede obviar el tema las causas que están aunando a que este fenómeno lejos de disminuir se acreciente. Esto solo por mencionar algunas de las variables asociadas sobre la vulneración de los derechos de la niñez, desintegración familiar, violencia en el hogar y por supuesto también la emigración afecta negativamente en estos casos de igual manera. 

El fenómeno de la violencia en las escuelas hoy mas que nunca parece una realidad que desafía a la escuela y a los maestros salvadoreños en donde tienen que lidiar con jóvenes miembros de pandillas dentro de las escuelas, el comercio de drogas dentro de las mismas, el reclutamiento de nuevos miembros que las maras o pandillas demandan para seguir creciendo y por supuesto, el fenómeno de indisciplina que se genera por considerarse jóvenes intocables en el sistema escolar, y que de lo contrario redunda en amenazas al docente y en el peor de los casos hasta la muerte por interferir en sus actividades.

El pánico, la zozobra y el temor son los principales acompañantes del ejercicio docente, que mas que miedo es el mismo instinto de supervivencia que los mantiene indiferentes muchas veces a estas realidades violentas que les permitan al menos realizar su trabajo en armonía y gozando de los mecanismos básicos de seguridad para ejercer su labor.

Ahora bien, esta realidad escolar no puede pasar desapercibida y por supuesto que la respuesta no pertenece a un solo sector. Sin duda la escuela, es uno de los más afectados porque en ese proceso de retroalimentación constante con lo social, afecta a lo social pero también se deja afectar y en este caso, la violencia escolar se resiste a abandonar los espacios educativos, desarrollando estructuras cada vez más organizadas de dominio y territorialidad.

A partir del año dos mil se crearon estrategias a nivel social para reprimir la delincuencia como la “mano dura” que no dio los resultados esperados, luego una nueva política de gobierno implemento la “súper mano dura” que tampoco resolvió la problemática, y así se han ido desarrollando estrategias pasando por “municipios libres de violencia” y uno de los mas populares que actualmente se llama “escuelas seguras” en donde los policías monitorean las entregas y salidas de los estudiantes.

Al hablar de este tema como señalan los expertos, no podemos más que exhortar a la familia a que reivindique su labor social ya que “Es en el seno de la familia que los niños aprenden a recibir y dar afecto, la convivencia pacífica, a ser tolerantes, comprensivos, respetuosos, solidarios y a ser unidos. Los valores humanos y principios de vida que aprendan en esta etapa les han de conducir el resto de su existencia”. Por lo tanto, la familia no puede dejarle todo el trabajo a la escuela como a veces negligentemente se ha querido parecer.

Los medios de comunicación están llamados mas que nunca a promover una cultura de paz, comenzando por sus líneas editoriales y presentación de la información, llamando a la unidad, a la convivencia y a la participación, y procurar fomentar valores a través del ejercicio de su profesión que influye de manera significativa en el pensar y sentir de los jóvenes en la actualidad.

No se debe olvidar un agente importante como es la religión, y en este caso no sólo se habla del típico debate que se genera si leemos o no la biblia en las escuelas, transciende ese mero hecho y discusión, la iglesia debe asumir un compromiso mas radical en el compromiso social por dar espacios de participación e inclusión a los jóvenes que les rodean, y el desarrollo de estrategias preventivas.

Pero la respuesta no viene o debería venir únicamente del sector de seguridad, sino también, aun y con esas condiciones el docente no puede renuncia a su Desafío docente social y emocional de formación de esos miles de jóvenes, que deambulan buscando orientación y todavía aquello que se encuentran confundidos al respecto.

La escuela por tanto, hoy más que nunca esta llamada a afrontar el desafío no solo de desarrollar competencias enfocadas al saber conocer y hacer, sino esas competencias orientadas a enseñar a convivir, que son parte fundamental de ejes de derechos humanos, convivencia y el desarrollo de valores que se deben fomentar en las escuelas para desarrollar una educación integral en los jóvenes.

No se trata de ser pesimistas al analizar los datos presentados; sino más bien, las conclusiones y las valoraciones después de hablar con tanto docente que trabaja en el sector publico y que la violencia los esta descolocando de manera significativa a “poner sus barbas en remojo” y asumir una actitud comprometida con sus procesos de enseñanza al margen de las amenazas y entornos hostiles que muchas veces les afectan.

Es importante destacar que este problema se presenta en las escuelas, pero no sólo es de las escuelas. Hay una gran cantidad de organismos internacionales preocupados por el rumbo social que se proyecta en los espacios educativos, pero hasta que no entendamos el compromiso que implica para los diferentes sectores el problema se seguirá proyectando de igual manera, por lo tanto, no podemos permanecer indiferentes al tema, se necesitan respuestas y ya no las mismas respuestas represivas que nos han demostrado que no han funcionado, necesitamos definir y articular respuestas entre los diferentes actores e instituciones que facilite la salvaguarda de los derechos de niños y adolescentes, garantizar los espacios de participación e inclusión de los jóvenes, ofrecer oportunidades de estudio y búsqueda de empleo, sistema de reinserción para los adolescentes en conflicto con la ley, programa de becas que les permita continuar con sus estudios, trabajar el tema de equidad de genero y la educación emocional fortaleciendo la personalidad de los jóvenes en el manejo de las emociones, control y la capacidad de desarrollar habilidades sociales para desenvolverse favorablemente en la sociedad.

Lo que si es un hecho es que se deben crear un clima favorable a los jóvenes y a la niñez, entonces en el goce pleno de sus derechos y mediante oportunidades de desarrollo. No se pueden seguir esperando tener los mejores jóvenes en nuestras escuelas y libres de violencia, si no se facilitan su pleno desarrollo, sino se dan las oportunidades para su esparcimiento, para crecer profesionalmente, conseguir empleo, insertarse a la sociedad, sino somos capaces de dar respuestas a las interrogantes que están presentando los jóvenes en la actualidad, mientras sigamos lamentando y llorando sobre la leche derramada sin soluciones concretas que requieren esfuerzos mas allá de la represión. Esto implica también un involucramiento de la empresa privada a generar oportunidades de empleabilidad, de apoyo a proyectos educativos y de recreación y abonar con ello a crear comunidades más seguras y estables.

Hoy mas que nunca las escuelas y la sociedad en general exigen propuestas mas creativas y más concretas sobre el problema, la experiencia nos ha demostrado a lo largo de los años que la estrategia represiva por si sola no es suficiente, que son necesarias estrategias encaminadas a fomentar la resiliencia en los jóvenes, estrategias de participación social en donde nadie sea indiferente a la problemática, en donde las iglesias y empresas privadas también se involucren para dar respuesta. Los escuela por si misma es insuficiente para responder a esta problemática y la sociedad ya es necesario que deje de ser indiferente, se una a la comunidad educativa y busquen soluciones conjuntas y participativas, pero comprometidas a desarrollar ambientes no sólo mas seguros sino mas idóneos para el desarrollo del proceso de aprendizaje enseñanza y el desarrollo de un clima estudiantil inspirador no solo para estudiantes sino también para que los docentes recuperen la mística de enseñanza que la violencia amenaza con acabar poco a poco.

Referencias
http://www.laprensagrafica.com/pocos-recursos-para-prevenir-violencia-en-escuelas
http://www.laprensagrafica.com/2013/12/29/violencia-influye-en-el-abandono-de-las-escuelas
http://www.nacionesunidas.org.sv/fodm-paz/componente-3/prevencion-y-atencion-de-la-violencia-en-centros-educativos-de-san-salvador
Diálogos. Revista de educación. Instituto de investigación Formación y pedagógica. Universidad Don Bosco. Año 5, 2008. N° 5.