5 de agosto de 2019

M. Sc. Raquel Villafrades Torres
Universidad Pontificia Bolivariana Bucaramanga - Colombia
En esta nota de divulgación se realiza una breve descripción de la importancia de las reacciones de oxidación reducción en los procesos de comunicación de las neuronas y la generación de neurotransmisores y la relación de estos con las emociones y el aprendizaje.

“…Recuerdo particularmente a la señorita Raquel, mi maestra de música del primer curso de primaria, por entonces, mis talentos naturales no eran muy evidentes, pero a ella parecía no preocuparle, siempre me apoyaba, me animaba a seguir intentándolo y, sobre todo, me hacía sentir que lo iba a conseguir. Probablemente ella no lo sabe, pero más allá de los logros académicos marcó mi vida como docente para siempre, porque me enseñó que no era posible educar al margen de los afectos
Andrea Giráldez – ¿se puede educar al margen de las emociones? En Educación 3.0

Nuestro organismo es un sistema complejo de células que se organizan para cumplir funciones específicas, dichas células obtienen la energía para su funcionamiento de los alimentos que consumimos y los transforman mediante reacciones químicas, cuyo conjunto se denomina metabolismo. A través del metabolismo, la célula obtiene energía química que almacena en forma de ATP (trifosfato de adenosina) y fabrica otros compuestos que son necesarios para el crecimiento o para realizar otras funciones celulares.

En los sistemas biológicos las reacciones de oxidación – reducción (redox), aquellas que involucran pérdida y ganancia de electrones, desempeñan un papel vital, así en las plantas verdes se llevan a cabo una compleja serie de reacciones redox denominada fotosíntesis que consiste en la captación de energía lumínica para transformar dióxido de carbono y agua en carbohidratos y oxígeno. El proceso fotosintético es tan importante que no sólo nos provee de biomasa, alimentos, combustibles fósiles y el oxígeno que respiramos sino que toda la energía consumida en la biosfera procede de este.  Las neuronas o células nerviosas cuentan con mecanismos para regular y controlar las reacciones redox, en efecto, una de las teorías propuestas para explicar su degeneración considera la formación de radicales libres debido a que dejan de funcionar dichos mecanismos2.

Las neuronas se pueden clasificar en tres categorías según sus funciones: neuronas motoras (eferentes) encargadas de conducir los mensajes del cerebro y la médula espinal a las glándulas y los músculos, neuronas sensoriales (aferentes) cuya función es recibir los estímulos del exterior y enviar la información al cerebro y a la médula espinal y interneuronas o neuronas de asociación que unen entre sí a todas las neuronas, además de formar complejas trayectorias en el encéfalo donde ocurren procesos que explican el pensamiento, el lenguaje y la memoria. Los mensajes que viajan a través de cada una de ellas son de naturaleza electroquímica y ocurren a través de mensajeros químicos llamados neurotransmisores en la sinapsis. Las células nerviosas pueden enviar impulsos nerviosos a través de los axones, parte de la neurona que transporta la información hacia otra neurona o hacia otras células, mediante iones que atraviesan su membrana, en la que existen “canales” determinados para los iones Na+ y K+. El efecto del impulso nervioso que termina en la membrana del axón es liberar, precisamente, un neurotransmisor dentro de los que se encuentran la norepinefrina, la serotonina y la dopamina, así pues, Pekrun, Elliot y Maier (citado por Woolfolk, 2010: 396) expresan que las emociones pueden repercutir en el aprendizaje al modificar los niveles cerebrales de dopamina que influyen en la memoria de largo plazo y al dirigir la atención hacia un aspecto de una situación y señalan que las experiencias de éxito o fracaso escolar pueden provocar emociones de logro como orgullo, esperanza, aburrimiento, enojo o vergüenza.
Woolfolk (2010) menciona que anteriormente las investigaciones sobre aprendizaje y motivación no tenían en cuenta las emociones, no obstante, los estudios en neurociencias han demostrado que las emociones son causa y consecuencia de los procesos de aprendizaje. Asimismo, Palmero y otros (2011) señalan que actualmente se admite la práctica imposibilidad de separar el afecto de la cognición y agregan que en las últimas investigaciones está completamente aceptado que la cognición es imprescindible para entender cómo aparece, se mantiene y se modifica el afecto pero también se acepta la importancia del afecto para influir en el modo como se llevan a cabo los procesos cognitivos.

Para finalizar, Ken Bain en su libro “lo que hacen los mejores profesores de la universidad” expresa que los profesores que establecían una confianza especial con sus estudiantes mostraban a menudo una clase de franqueza gracias a la cual podían, de vez en cuando, hablar de su trayectoria intelectual, sus ambiciones, sus triunfos, sus frustraciones y sus errores y animar a los estudiantes a ser igualmente reflexivos y abiertos… compartían con sus estudiantes sus secretos sobre el aprendizaje, sus técnicas para recordar algo o las analogías que hacían en su mente al construir su propia comprensión (…) con esa confianza y franqueza llegaba un desenfadado y a menudo manifiesto sentido del respeto y la curiosidad por la vida, que también afectaba las relaciones que se establecían.

Se podría concluir que como aprendió la doctora Andrea Giráldez de su maestra Raquel es imposible educar al margen de los afectos pues como expresó el maestro Paul Baker (citado por Bain, 2007: 158) “Todos pueden contribuir y cada contribución es única. Yo quiero que cada uno de mis estudiantes comprenda que nadie más en el mundo podrá traer su propio conjunto particular de experiencias y de química corporal a la clase, todos tienen algo especial que ofrecer”.

Palabras clave: emociones, educación, reacciones redox

Referencias:

Bain, K. (2007). Lo que hacen los mejores profesores de la universidad 2ª Ed. Barcelona., España: Publicacions de la Universitat de València.
Chamizo, J. A. y Garritz, A. (2001). Tú y la QUÍMICA. México D. F., México: Editorial Pearson Educación de México.
Mader, S. (2007). Biología 9ª Ed. México D. F., México: Editorial McGraw-Hill Interamericana.
Palmero, F., Guerrero, C., Gómez, C., Carpi, A., y Gorayeb, R. (2011). Manual de teorías emocionales y motivacionales. Castellón de la Plana, España: Publicacions de la Universitat Jaume I Disponible en: http://goo.gl/oJyJpM
Phillips, J. S., Strozak, V. S., Wistrom, C. y Zike, D. (2012). Química: conceptos y aplicaciones 3ª edición. México D. F., México: Editorial McGraw-Hill Interamericana.
Woolfolk, A. (2010). Psicología Educativa 11ª Ed. México D. F., México: Editorial Pearson Educación de México.