2 de septiembre de 2019

Julio César Páez García
Montería-Córdoba-Colombia
Docente Escuela Normal Superior de Montería y catedrático Universidad de Córdoba
A lo largo de la historia se han construido varios conceptos de ambiente enmarcados en distintas visiones tales como: Visión antropocéntrica, visión ecologista y visión sistémica entre otras y cada una de ellas representa en nuestra mente una forma de entenderlo, comprenderlo y aplicarlo con acciones positivas o negativas desde nuestro actuar para contaminarlo o descontaminarlo.

Desde esta perspectiva, el ambiente visto desde una visión antropocéntrica “es todo lo que nos rodea”, esta concepción centra al hombre ante los demás recursos, y centra sus acciones al uso indiscriminado de éstos, por ello “tiene licencia” para construir hidroeléctricas, desviar los ríos, pavimentar carreteras, talar árboles, ser un consumidor excesivo, hacer ferias taurinas, peleas de gallo, contaminar los ríos, reemplazar los recipientes naturales, construir bombas atómicas, explotar indiscriminadamente los recursos, pescar con dinamitas, secar los humedales y hacer un sinnúmeros de edificaciones sin importar los recursos hídricos, la flora, la fauna las costumbres de las comunidades indígenas, poblaciones diversas y otras que habitan estos espacios, esta concepción le ha hecho mucho daño al ambiente, es algo así como si todo estuviera hecho para el servicio del hombre y satisfacer sus necesidades sin importar los demás recursos.

Así mismo, desde la visión ecologista el ambiente “es la interacción entre lo social y lo natural”, aquí el hombre ya no se ubica como el centro desde lo individual sino que empieza a darse cuenta que no está sólo que tiene que unirse socialmente para hacer acciones que recíprocamente mejoren los aspectos sociales y naturales, es un primer avance para entender y comprender el concepto de ambiente desde una visión más amplia, son más las corresponsabilidades comunes que tenemos para cuidar, proteger y sostener el ambiente, aunque no se acentúa en lo cultural por ello se sigue “teniendo licencia” para seguir realizando acciones indebidas para seguir degradando y contaminando el ambiente.

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Y ya más ampliado el concepto desde una visión sistémica, el ambiente “es la interacción entre lo natural y social mediado por lo cultural”, aquí el hombre además de dejar de ser el centro y ubicarse en lo social, analiza, interpreta y comprende la naturaleza desde la cultura representado en las distintas poblaciones y comunidades en los espacios y hábitat donde se encuentren, analiza no sólo los aspectos fisicoquímicos y biológicos sino también, la dimensión humana desde las implicaciones demográficas, psicosociales, técnicas, económicas, políticas; aquí en esta visión ya la “licencia” para degradar es repudiada y las corresponsabilidades en la sostenibilidad del ambiente son mayores.

Entonces es importante reflexionar ¿si la visión de ambiente que tenemos en nuestra mente, lo contamina o descontamina? La respuesta a esa pregunta la dará cada uno de nosotros desde la corresponsabilidad que tenemos en el rol social que desempeñamos en nuestras comunidades, acorde a los recursos con los que interactuamos y la idiosincrasia que tenemos. De allí la importancia de reflexionar sobre la posición conceptual de ambiente en la que estoy enmarcado para asi realizar acciones que ameriten transformaciones en pro del ambiente.

Para una mayor reflexión y comprensión de la visión sistémica de ambiente y a manera de estudio de caso explicaremos la imagen que está en la parte superior derecha de este escrito, en ella la imagen de lo natural es representada por el majestuoso rio Sinú y sus riveras, la imagen de grupo representa lo social y la imagen de sombrero vueltiao representa lo cultural, el río Sinú se encuentra ubicado al norte de Colombia, nace en la serranía de San jerónimo y desemboca en el Caribe, atraviesa de Sur a Norte el departamento de Córdoba, es el único río en Colombia y uno de los pocos en el mundo que comprende algunos de los más importantes complejos bioecológicos: Páramo, estuario, selva tropical, humedales; cerca de sus riveras y sus humedales existen importantes cultivos entre otros esta la caña flecha, una gramínea tropical empleada desde hace siglos por los aborígenes de la Costa Atlántica para elaborar utensilios y que cumple la función ecológica de proteger las orillas de los pantanos, de ciénagas y de taludes de caños (vertientes rápidas submarinas), podría convertirse en uno de los cultivos promisorios más importantes del país.

El uso más conocido de la Caña Flecha es la elaboración del sombrero vueltiao, que en el año 2006 fue escogido como el símbolo nacional, en una convocatoria liderada por la Revista Semana, el Ministerio de Cultura y Caracol Televisión. La obtención del material con el que se elaboran no sólo los sombreros vueltiaos sino bolsos, carteras, billeteras, cinturones, aretes, pulseras, anillos, etc., implica la defoliación de la planta. Según el profesor Isidro Elías Suárez, del Departamento de Ingeniería Agronómica y Desarrollo Rural y director del grupo de investigación biotecnología vegetal de la universidad de Córdoba, se elimina el 95% del área foliar de la planta para extraer la fibra, pues ésta se encuentra ubicada únicamente en la nervadura central (vena interna) de la hoja. "De seguir esa práctica, en poco tiempo la disponibilidad de fibra será limitada, pues las poblaciones silvestres de este tipo de vegetación están disminuyendo notablemente".

Es aquí donde la visión sistémica de ambiente cumple una función importante, socialmente los campesinos se organizan para hacer cultivos masivos de caña flecha para obtener materia prima abundante; los grupos de investigación de universidades le apuestan a mejorar los cultivos para que sus plantas proporcionen fibras con calidad óptima y sin afectar el ecosistema; culturalmente los grupos de artesanos se organizan para elaborar sus productos artesanales para luego el grupo de comerciantes obtenga recursos económicos como base para el sustento de las poblaciones y comunidades, con políticas claras de competitividad en el mercado. Es así como a partir de una especie natural como lo es la caña flecha se enlaza un todo sistémico que contribuye garantiza la sostenibilidad ambiental en las comunidades que realizan estas prácticas.

Seguramente resultaran muchas otras visiones de ambiente, pero finalmente desde las concepciones de ambiente explicadas podemos ubicarnos en cual estoy parado y así reflexionar y accionar, para no seguirlo contaminando.