La revista Anales de Química en su vol. 115 no. 2 (2019) acaba de publicar un maravilloso número dedicado a la Tabla Periódica y a los elementos de la química. 2019 se ha declarado como el Año Internacional de la Tabla Periódica (IYPT2019)
Del editorial les reproducimos unos párrafos
El Año Internacional de la Tabla Periódica de los Elementos Químicos (IYPT2019, en sus siglas en inglés), del que se informa ampliamente en el portal web https://www. iypt2019.org/, se está viviendo muy intensamente por la comunidad química española y, en concreto, por la Real Sociedad Española de Química (RSEQ). Cuando al escribir estas líneas se ha cumplido solo un tercio de dicho año, ya se han celebrado decenas de conferencias, exposiciones y talleres, se han propuesto una gran diversidad de concursos, especialmente en el ámbito de la educación, y se han desarrollado otras muchas iniciativas. Dichas iniciativas incluyen desde la emisión de un sello postal conmemorativo, a acciones de reconocimiento (placas, artículos, jornadas…) a la labor desarrollada por los cuatro españoles más directamente implicados en el descubrimiento de elementos químicos (Antonio de Ulloa el platino, los hermanos Juan José y Fausto Delhuyar el wolframio y Andrés Manuel del Río el vanadio).
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Presencial y Virtual. Llamada a contribuciones
La información histórica y curiosidades que acompañan a lo escrito sobre los elementos químicos contribuyen, sin duda, a conocer mejor sobre historia, mitología, lingüística, arte, idiomas…, es decir, sobre el campo del saber que se suele agrupar bajo la denominación de humanidades. Además, la aplicación de los elementos y sus compuestos, así como su forma de obtención, nos introducen de pleno en el ámbito de la tecnología. De este modo, ciencia, tecnología y humanidades se presentan unidas para afrontar los retos de la humanidad, a través del conocimiento sobre los elementos químicos. No es extraño, con ellos está hecha absolutamente toda la materia.
Y del artículo de Pilar Goya las menciones a Oliver Sacks y su relación con la Tabla Periódica:
En este año, cuando celebramos que hace siglo y medio Mendeléiev ordenó los 63 elementos entonces conocidos y publicó su primer sistema periódico, deberíamos esforzarnos para conservar íntegra nuestra tabla periódica, imagen de una naturaleza ordenada y previsible, sujeta a una bella estructura, para que continúe fascinando a las generaciones futuras, como lo hizo a un joven Oliver Sacks con doce años. Así lo refleja él mismo en su conocido libro,[4] al describir la impresión que le causó cuando la vio por primera vez:
En 1945 volvió a abrirse el Museo de la Ciencia de South Kensington, que había permanecido cerrado durante gran parte de la guerra, y vi por primera vez la gigantesca tabla periódica que allí se exhibía. La propia tabla, que ocupaba toda una pared en lo alto de las escaleras, era una vitrina de madera oscura con noventa y pico cubículos, y en cada uno estaba grabado el nombre, la masa atómica y el símbolo químico de su elemento. Y en cada cubículo había una muestra del propio elemento (de todos los elementos, cuando menos, que se habían obtenido en forma pura y podían exhibirse de manera segura). Le habían puesto el rótulo de «La clasificación periódica de los elementos, según Mendeléiev».
Más adelante describía el impacto que le había producido su atractiva visión:
La tabla periódica era increíblemente hermosa, lo más hermoso que yo había visto. Jamás pude analizar de manera adecuada lo que yo quería dar a entender por belleza en este caso: ¿simplicidad?, ¿coherencia?, ¿ritmo?, ¿inevitabilidad? O quizá se trataba de la simetría, del hecho de que cada elemento quedara firmemente encerrado en su lugar, sin huecos ni excepciones, de que todo implicara la existencia de todo.
Editorial
Gabriel Pinto Cañón
Z = 1, hidrógeno, H. Un vector para la gestión sostenible de la energía
Miguel Antonio Peña
Z = 2, helio, He. Tan fugaz como indispensable
Miguel Á. Sierra
Z = 3, litio, Li. El elemento sólido más ligero, capaz de flotar en el agua
Marta Elena González Mosquera
Z = 5, boro, B. Del desierto a las momias pasando por los reactores nucleares y los fármacos
Clara Viñas i Teixidor
Z = 6, carbono, C. El elemento químico más próximo al ser humano
Nazario Martín León
Z = 7, nitrógeno, N. Un elemento esencial para la química de la vida
José María Hernández Hernández
Z = 8, oxígeno, O. Elixir de vida y muerte
Almudena de la Fuente Fernández
Z = 9, flúor, F. Elemento más oxidante que el oxígeno
Adelina VallriberaMassó
Z = 10, neón, Ne. El gas noble más inerte
María Jesús Cascón Sanz
Z = 11, sodio, Na. Un elemento imprescindible para la vida
Manuela Martín Sánchez
Z = 12, magnesio, Mg. Elemento esencial para la vida
Raimundo Pascual González
Z = 13, aluminio, Al. El metal más abundante en la corteza terrestre
José Antonio Martínez Pons
Z= 14, silicio, Si. Segundo elemento más abundante en la corteza terrestre
Beatriz Alonso Garrido
Z= 15, fósforo, P. El fósforo: ángel o demonio
Esther Gómez Caballero
Z =16, azufre, S. Yahvé hizo llover azufre y fuego sobre Sodoma y Gomorra (Génesis 19, 24)
Roberto Martínez Álvarez
Z = 17, cloro, Cl. Elemento fundamental en la vida cotidiana y en la industria
Juan Antono Llorens Molina
Z = 18, argón, Ar. El isótopo radioactivo 40K se desintegra en 40Ar
Omayra Hernández Rubio
Z = 19, potasio, K. El primer metal aislado por electrolisis
Juan José Navarro Sánchez
Z = 20, calcio, Ca. El metal más abundante en el cuerpo humano
Ángel Rodríguez de Lera
Z = 21, escandio, Sc. El ekaboro de Mendeléiev
Pedro J. Sánchez Gómez
Z = 22, titanio, Ti. Un metal casi ideal: fuerte, ligero, resistente y biocompatible, pero caro
Félix UrpíTubella
Z = 23, vanadio, V. El elemento descubierto dos veces
Fernando Carrillo Hermosilla
Z = 24, cromo, Cr. El elemento del color
Israel Fernández
Z = 25, manganeso, Mn. El metal del centro generador de O2 en la fotosíntesis
Miquel Costas Salgueiro
Z = 26, hierro, Fe. El metal de transición más abundante en la corteza terrestre
Anna Company Casadevall
Z = 27, cobalto, Co. El elemento quimico de los «duendes»
Sergio Menargues Irles
Z = 28, níquel, Ni. El cobre del diablo
Verónica Palomares Durán
Z = 29, cobre, Cu. Puede reciclarse una y otra vez sin perder sus propiedades
Blanca Mª Caballero Iglesias
Z = 30, zinc, Zn. Un elemento necesario para tener buena salud
Amor Rodríguez Iglesias
Z = 31, galio, Ga. Un metal un tanto chovinista
José Ramón Belsué Cuartero
Z = 32, germanio, Ge. El primer transistor se hizo con germanio
Pablo García-Álvarez
Z = 33, arsénico, As. ¿Qué haremos con el cadáver en el rincón?
Benigno Agustín Palacios Plaza
Z = 34, selenio, Se. No hay que ir a la Luna para encontrarlo
Dolores Corripio Centeno
Z = 35, bromo, Br. El líquido irritante que huele fatal
Ana María González Noya
Z = 36, kriptón, Kr. El gas noble “oculto” en el aire
Marcelino Maneiro
Z = 37, rubidio, Rb. Un nuevo estado de la materia: el condensado de Bose-Einstein
Juan Antono Llorens Molina
Z = 38, estroncio, Sr. El único elemento cuyo nombre honra a una localidad de las Islas británicas
Antonio Marchal Ingrain
Z = 39, itrio, Y. El “portal” de las tierras raras en tu móvil
Jesús R. Berenguer Marín
Z = 40, circonio, Zr. El metal plateado que se llama “dorado”
Pedro José Campos García
Z = 41, niobio, Nb. Más de cien años para encontrar su nombre
Antonio F. Antiñolo García
Z = 42, molibdeno, Mo. Un elemento bioesencial y de uso industrial
Antonio Luque Arrebola
Z = 43, tecnecio, Tc. El elemento más peculiar de la tabla periódica
Bernardo Herradón García
Z = 44, rutenio, Ru. Un elemento para “connoisseurs” según Geoffrey Wilkinson (1921-1996)
Joaquín Pérez Pariente
Z = 45, rodio, Rh. Un metal que hace menos contaminantes a nuestros vehículos
Ernesto de Jesús Alcañiz
Z = 46, paladio, Pd. Un metal precioso con gran interés industrial y versatilidad catalítica
Daniel Solé Arjó
Z = 47, plata, Ag. La reina de la tabla periódica que se mira en su espejo
Antonio José Sánchez Arroyo
Z = 48, cadmio, Cd. El elemento presente en las baterías
Yolanda Pérez Cortés
Z = 49, indio, In. El metal de la pantalla del móvil
Luis A. Sarandeses
Z = 50, estaño, Sn. El elemento que inició la aleación de metales,
Óscar Castillo García
Z = 52, telurio, Te. Un calcógenio en extinción
Garikoitz Beobide Pacheco
Z = 54, xenón, Xe. El extraño gas noble enfrentado a la aristocracia
Beñat Artetxe Arretxe
Z= 55, cesio, Cs. El elemento que define el tiempo (y el espacio) en la era atómica
José Ramón Galán Mascarós
Z = 56, bario, Ba. Elemento muy reactivo que se encuentra en la naturaleza en forma de minerales muy densos
Josep Maria Poblet Rius
Z = 57, lantano, La. Primer elemento de las tierras raras
Juan F. González Matilla
Z = 58, cerio, Ce. El elemento químico en el que la tabla periódica se hace tridimensional
María del Carmen de la Torre
Z = 59, praseodinio, Pr. El gemelo verde
Regino Sáez Puche
Z = 60, neodimio, Nd. El nuevo gemelo más “atractivo”
Eduardo J. Fernández Garbayo
Z = 61, prometio, Pm. La más rara de las “tierras raras”
Emilio Morán Miguélez
Z = 63, europio, Eu. El metal que inmortaliza al viejo continente
Manuel Rafael Bermejo Patiño
Z = 65, terbio, Tb. El elemento luminiscente
Javier Cepeda Ruiz
Z = 66, disprosio, Dy. Un elemento difícil de obtener
Sonia Pérez Yáñez
Z = 67, holmio, Ho. Un átomo, un bit,
Juan M. Gutiérrez Zorrilla
Z = 68, erbio, Er. ¿El elemento de las comunicaciones cuánticas del futuro?
Enrique Colacio Rodríguez
Z = 69, tulio, Tm. El menos abundante de los lantánidos encontrados de forma natural
Josefa María González Pérez
Z = 70, iterbio, Yb. El iterbo natural es mezcla de siete isótopos estables
Juan Niclós Gutiérrez
Z = 71, lutecio, Lu. Un elemento muy escondido
Inés Pellón González
Z = 72, hafnio, Hf. El elemento químico gemelo y esquivo acompañante del circonio
Juan Carlos Flores
Z = 73, tántalo, Ta. Esencial en electrónica, refractario y biocompatible
María José Ruiz García
Z = 75, renio, Re. Elemento muy escaso pero muy apreciado
Francisco Sotres Díaz
Z = 76, osmio, Os. El más noble de los metales
Miguel A. Esteruelas
Z = 77, iridio, Ir. El metal más resistente a la corrosión
Mª Vanessa Tabernero Magro
Z = 78, platino, Pt. Único elemento con etimología española, gracias a Antonio de Ulloa, un “caballero del punto fijo”
Gabriel Pinto Cañón
Z = 79, oro, Au. El elemento metálico más conocido
Antonio M. Echavarren
Z = 80, mercurio, Hg. El líquido metal ancestral
Luis Moreno Martínez
Z = 81, talio, Tl. Uno de los elementos más tóxicos
Juan Quílez Pardo
Z = 82, plomo, Pb. Un dulce veneno que te puede volver loco
Luis Ignacio García González
Z = 83, bismuto, Bi. No hay otro metal que supere su diamagmetismo
Jesús María Arsuaga Ferreras
Z = 84, polonio, Po. El primer elemento químico descubierto gracias a su radiactividad
Ana Isabel Elduque Palomo
Z = 85, astato, At. El elemento más raro de la naturaleza
Pilar Amo-Ochoa
Z = 86, radón, Rn. El elemento que se acumula en nuestras casas
Alberto Esteban
Z = 87, francio, Fr. El menos electronegativo de los elementos
Luis Moreno Martínez
Z = 88, radio, Ra. El elemento radiactivo por excelencia
Jordi García-Orellana
Z = 89, actinio, Ac. Un elemento muy activo y raro; naturalmente escaso pero sintéticamente accesible
Francisco Monroy
Z = 90, torio, Th. El dios Thor entre bisontes
Ana Pérez Antón
Z = 91, protactinio, Pa. Uno de los elementos que predijo Mendeléiev
Andrés Tejedor Reyes
Z = 94, plutonio, Pu. El elemento primordial más pesado que existe en la naturaleza
Valentín González García
Z= 95, americio, Am. El pandemonium de América
Idoia Ruiz de Larramendi Villanueva
Z = 96, curio, Cm. En honor a Marie y Pierre Curie, pioneros en el campo de la radioctividad
Rubén D. Costa Riquelme
Z = 97, berkelio, Bk. El primero de una larga serie
Efraím Reyes
Z = 99, einstenio, Es. Descubierto en el hongo de la primera bomba termonuclear
Gabino A. Carriedo Ule
Z = 101, mendelevio, Md. El último elemento químico
Javier García Martínez
Z = 102, nobelio, No. El único elemento del bloque f para el que el estado de oxidación +2 es el más estable
Luis M. Lezama Diago
Z = 103, lawrencio, Lr. En busca de su ubicación en la tabla periódica
Maite Insausti Peña
Z = 104, rutherfordio. Rf. El elemento sintético con doble nacionalidad nombrado en honor al padre de la física nuclear
Gotzone Barandika Angoitia
Z = 105, dubnio, Db. Más de 27 años de existencia sin nombre reconocido
Aintzane Goñi Zunzarren
Z = 106, seaborgio, Sg. Primer elemento nombrado en honor de una persona viva
Javier I. Beitia Gómez de Segura
Z = 107, bohrio, Bh. Nombrado en honor al científico danés Niels Bohr
Alazne Peña Zorrilla
Z = 108, hasio, Hs. El elemento que perdió la “s”
María Luz Fidalgo Mayo
Z = 109, meitnerio, Mt. Único elemento químico con nombre de mujer científica
Carmen Blanco Delgado
Z = 110, darmstario, Ds. El desconocido metal pesado de tan solo unos pocos años de edad
Alejandro Manchado Cascón
Z = 112, copernicio, Cn. El posible metal fluido superpesado
Alejandro Martín Roncero
Z = 113, nihonio, Nh. Primer elemento descubierto e identificado correctamente en Asia
Narciso Martín Garrido
Z = 115, moscovio, Mc. En este preciso instante, lo más posible es que no haya ningún átomo de moscovio en la Tierra
Luis Rojo Franco
Z = 116, livermorio, Lv. Un “superpesado” que nació de la colaboración internacional
Mario González Jiménez
Z = 117, teneso, Ts. En ruta hacia la isla de estabilidad de los elementos superpesados
Luis Mario Fraile
Z = 118, oganesón, Og. El último gas noble
Pedro Velarde Mayol
Z = 119, ununennium, Uue. El primer transoganesónido, aún por descubrir
Gabriel Pinto Cañón
Z = 120, unbinilium, Ubn. ¿El último elemento en poder ser creado e identificado?
Joaquín Martínez Urreaga