17 de diciembre de 2019

Carmen Rosa Berdugo de Vargas. Bogotá. Colombia.
En clase de matemática y teniendo en cuenta distintas conjeturas –juicios que se hacen sobre algo que se presume verdadero pero que no se ha podido afirmar ni refutar- respecto al aprendizaje de la matemática en la escuela y al juego como estrategia metodológica, le pregunté a un grupo de 40 niños y niñas de tercero primaria del colegio República de Colombia, con edades comprendidas entre 8 y 10 años, si querían jugar a formar grupos de 10 elementos

El ejercicio lo propuse al iniciar este año escolar, después de desarrollar la temática de conjuntos y de escuchar que a algunos de los estudiantes les gustan las matemáticas porque el maestro del año pasado les había dicho que eran como jueguitos.

Comunidad de Educadores: Un espacio para visibilizar el pensamiento de los docentes

La Red Iberoamericana de Docentes (41.400 miembros) quiere aprovechar la gran visibilidad que tiene sus blogs, tanto en la Red como en abierto, y va a iniciar una etapa en la que se van proponiendo temas de interés para la profesión docente que se actualizarán cada dos meses y que serán revisados por nuestro Comité Académico con el compromiso de hacer un retorno de todo lo recibido. Los docentes que a lo largo de 2020 publiquen un mínimo de 5 artículos recibirán un certificado acreditativo. El registro en esta acción es libre y gratuito y las entregas se harán a través de una plataforma Moodle para tener un control y las herramientas de evaluación adecuadas. Todos lo interesados puede registrarse desde hoy hasta el 31 de diciembre de 2019. Los datos que se solicitan son los necesarios para emitir, en caso de haberlo logrado, los certificados. Registro en: https://forms.gle/ssatywJomDsff2T27

Y en 2020 haremos entre todos el Año Iberoamericano de la Cultura Científica

Para comenzar, les dije que íbamos a jugar con lentejas y 3 casillas a formar grupos de 10 elementos. Para esto, dibujamos las 3 casillas en el tablero y en el cuaderno de cada uno; luego ubicaban un pequeño montón de elementos (lentejas) en su cuaderno y en la primera casilla de la derecha; del montón tomaban 10 que las colocaban en la palma de la mano; estas 10 lentejas nombraban una delegada que la ubicaban en la segunda casilla hacia la izquierda, y las lentejas que les quedaban en la mano salían del juego; así continuaban formando grupos de 10 hasta que quedaran menos de 10 en la primera casilla, y entonces las dejaban ahí. Luego iban a la segunda casilla, y si había más de 10 lentejas delegadas volvían a jugar a formar grupos de 10 y (cada grupo de 10 nombraba su delegada que la ubicaban en la tercera casilla hacia la izquierda y las demás salían del juego), hasta que quedara menos de 10 delegadas en la segunda casilla; entonces el juego terminaba escribiendo en cada casilla el número correspondiente a la cantidad de lentejas que había quedado en cada una.

“El juego y la belleza están en el origen de una gran parte de la matemática. Si los matemáticos de todos los tiempos se la han pasado tan bien jugando y han disfrutado tanto contemplando su juego y su ciencia, ¿por qué no tratar de aprender la matemática a través del juego y de la belleza?”
Miguel de Guzmán

Los objetivos propuestos para la actividad fueron:

• Seguir reglas como en cualquier juego.
• Repetir mentalmente el paso a paso del juego.
• Expresar oralmente la secuencia de acciones realizadas.
• Escribir en orden el proceso desarrollado.
• Dibujar el resultado del juego.

Aunque el juego pareció sencillo, se volvió complejo para los niños y las niñas cuando les pedí verbalizar la secuencia de acciones realizadas, y aún más al momento de escribir en el cuaderno lo que habían hecho y de dibujar el resultado del juego; por eso fue necesario jugar varios días para que más estudiantes comprendieran el paso a paso del proceso desarrollado.

Teniendo en cuenta que la intencionalidad del ejercicio era utilizar el juego de hacer grupos de 10 como un paso a paso hacia la comprensión del concepto de “notación posicional”, se pueden señalar algunas conclusiones:

• La evidencia de experiencias previas relacionadas con el uso del ábaco porque los niños y las niñas fueron llevándolos a la clase sin haberlos solicitado.
• La relación con los términos “unidades, decenas y centenas” sin que durante el juego se hubiesen usado.
• La alta dificultad para expresar oralmente y de manera secuencial lo que se hizo como juego. Aunque a los niños les gustó jugar, se les dificultó decir la secuencia y escribirla.
• Con la utilizando de los términos “unidades, decenas y centenas” que trajeron al caso, cuando se preguntó por el valor de los números de cada columna “valor posicional” fue notable un “error de comprensión”, por ejemplo, al decirles:
o Cuántas unidades utilizamos para jugar a formar grupos de 10 según la tabla de resultados contestan que 6 en lugar de 126.
o Lo mismo con las “decenas”, 2 en lugar de 12.

Lo que me queda claro como licenciada en Biología y con experiencia en secundaria es que a través del juego como estrategia metodológica, es posible que maestros y maestras no especializados en el campo de la matemática que hemos decidido orientar procesos aprendizaje en los primeros grados de educación primaria con sentido, busquemos y encontremos en el juego, rutas que contribuyan con el desarrollo de pensamiento lógico matemático de los niños y las niñas.

Para terminar quiero destacar que esta iniciativa es producto del proceso de formación (2015) con el Instituto para la Investigación Educativa y el Desarrollo Pedagógico IDEP de Bogotá, durante la conformación del nodo Pensamiento Científico – matemático de IDEP Red http://idepred.unicafam.edu.co/ con la orientación de la profesora de matemática Marina Ortiz Legarda.