Es un símil que utilizo mucho en los cursos de formación que impartimos sobre innovación educativa; pero que nunca lo he publicado en el blog, así que para que no sufran únicamente mis alumnos, se lo cuento a ustedes.
El símil de la silla consiste en asociar la innovación educativa a una silla, ésta tiene una misión: sentarnos (aunque seguro que se nos ocurren decenas de usos alternativos) y está soportada por cuatro patas. Todas las patas son importantes; no hay una más importante que otra ya que basta con que falte una sola pata para que cuando intentemos sentarnos vayamos directamente a besar el suelo.
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