21 de junio de 2022
Edificios destruidos en una costa erosionada en Bargny, Senegal. John Wessels / AFP via Getty Images

Álvaro Enríquez de Salamanca, Universidad Complutense de Madrid

El retroceso de las costas en África Occidental es un problema acuciante. El contacto entre la tierra y el mar en las costas produce intensos procesos de erosión y sedimentación. Cuando la erosión es más intensa que los depósitos de tierra y arena, el mar avanza y el litoral retrocede. Esto puede ser causado por tormentas intensas, obras costeras, extracción de arena o la subida del nivel del mar.

Recientemente, Naciones Unidas ha puesto de relieve los impactos asociados a la extracción de arena, un problema con muchas consecuencias medioambientales y sociales.

Senegal es un ejemplo de erosión costera. Entre 1954 y 2002, el litoral del país retrocedió una media de 2,2 metros al año, llegando a los tres metros anuales entre 2014 y 2018. Este retroceso costero está destruyendo casas, edificios turísticos e infraestructuras pesqueras, y provocando la desaparición de playas y la pérdida de tierras agrícolas.

El avance del mar también está haciendo que las aguas subterráneas sean más salinas e inadecuadas para el consumo humano y la agricultura. En las zonas de estuario, el aumento de la salinidad afecta a los manglares y a la pesca.

Es importante saber qué está causando este retroceso de la costa a fin de atribuir responsabilidades para abordarlo. Hay dos dimensiones, una local y otra global.

A nivel local, determinadas acciones humanas pueden provocar la erosión de la costa y la desaparición de las playas. La construcción de espigones, a menudo en respuesta a la erosión, altera la forma en que el mar normalmente mueve la arena de un lugar a otro. Aunque los espigones resuelven problemas locales, pueden crear otros nuevos: el depósito de arena en una zona se produce a costa de la erosión en otra.

Además, otro fenómeno en África Occidental es la extracción ilegal de arena de la costa, sobre todo con fines de construcción. Hay una alta demanda de arena y las playas son una fuente fácil de suministro.

A nivel global, esta región se ve muy afectada por el cambio climático. La subida del nivel del mar es cada vez más pronunciada. Uno de los impactos es el aumento de la erosión costera, que afecta a la agricultura, la pesca y el turismo.

En un estudio reciente nos propusimos evaluar el retroceso de la línea de costa en un tramo de 13 km de la costa de Senegal, en la península de Palmarín. Buscábamos las tendencias a lo largo del tiempo y sus causas.

El estudio reveló un creciente retroceso de la línea de costa en decenas de kilómetros, sin que la acción humana local lo justificase. La causa principal es el cambio climático. Es probable que se produzcan impactos significativos para el medio ambiente, la población y las actividades económicas. Por ello, urge elaborar un plan de adaptación para esta zona.

Palmarín, un caso clásico de cambio climático

Elegimos estudiar la zona del Palmarín porque es muy vulnerable a la erosión costera, la inundación de las tierras y la salinización del suelo. El retroceso de la línea de costa ya es considerable. Estudios anteriores mostraron tasas de retroceso de la línea de costa de 1,20 m/año en 1982 y de 2,20 m/año en 1954-2002.

Hemos analizado el periodo 2005-2018 y hemos comparado nuestros resultados con estimaciones y mediciones anteriores. Utilizamos como indicador de retroceso de la línea de costa el frente de erosión del mar. Se trata de la pequeña escarpa entre la playa y el interior, que es fácilmente reconocible en las fotos aéreas. Encontramos un aumento del retroceso de 2,45 m/año en 2005-2010, 2,60 m/año en 2010-2014 y 3,05 m/año en 2014-2018.

También evaluamos el riesgo de retroceso de la costa en el futuro a corto y medio plazo.

Nuestras estimaciones a corto plazo mostraron probables daños en pueblos, campamentos turísticos y carreteras. Existe también un riesgo importante de que la erosión costera conecte el mar y las zonas intermareales del estuario del Saloum. Esto dividiría la península en varias islas, cambiando la forma en que evoluciona la erosión, produciendo una disminución de los manglares y amenazando así la pesca. Los manglares son importantes zonas de desove, por lo que la erosión afecta a la pesca, un recurso económico esencial para la población local.

En la zona estudiada no hay actualmente defensas costeras ni zonas de extracción de arena. Por lo tanto, la erosión costera no puede atribuirse a esta acción humana. En cambio, el aumento del nivel del mar es indiscutible y explica lo que está ocurriendo.

Una responsabilidad global

Los camiones que retiran la arena de la playa ofrecen una imagen mediática, mientras que un aumento gradual del nivel del mar de unos pocos milímetros cada año es, en cambio, mucho más sutil. Sin embargo, sus efectos son devastadores. El avance del mar en las costas de África Occidental puede afectar a cientos de miles de personas.

Es necesario actuar tanto a nivel global como local para mitigar los efectos del retroceso de las costas.

A nivel local, hay que evitar las obras que alteren la dinámica costera y controlar la extracción de arena de la costa. Muchos países ya lo hacen. En Senegal, el código minero prohíbe la extracción de arena marina, la gendarmería combate la minería ilegal y el gobierno realiza estudios para encontrar alternativas a la arena marina.

Pero estas medidas, que pueden resolver los problemas locales, no detendrán el actual retroceso de la costa. Es esencial que todos los países actúen con firmeza a nivel mundial para mitigar el cambio climático reduciendo drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero.

Las medidas locales de adaptación también son necesarias para garantizar el futuro de la región y de sus habitantes. Las defensas costeras son costosas y no impiden que las playas desaparezcan. En muchos emplazamientos habrá que plantearse el alejamiento de la población del litoral para permitir la formación de nuevas playas. Hacerlo requerirá grandes inversiones y ocupaciones de tierras, y en consecuencia podría afectar a la agricultura y a la biodiversidad.

El cambio climático es un proceso global, pero las responsabilidades de cada país son diferentes. De ahí que la adaptación a sus efectos deba ser también global, y su financiación debe estar a la altura de esas responsabilidades.

Los países de África Occidental deben evitar las causas locales del retroceso de las costas. Pero, sobre todo, deben obtener apoyo internacional para adaptarse a los problemas sociales, medioambientales y económicos derivados del cambio climático, un problema global del que apenas son responsables.


Este artículo ha sido traducido con la colaboración de Casa África. The Conversationhttp://theconversation.com/es/republishing-guidelines —>


Álvaro Enríquez de Salamanca, Profesor en el Departamento de Biodiversidad, Ecología y Evolución, Universidad Complutense de Madrid

Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.