13 de abril de 2021

Por Oscar Monroy Rueda,
Tunja, Departamento de Boyacá. República de Colombia.
Comunidad de Educadores de la Red Iberoamericana de Docentes.
Los procesos de Urbanismo en Latinoamérica tienen presente parte de procesos que se desarrollaron en la península, independientemente del tiempo en donde se dieran, son su evolución o en ideal su conservación y esto se refleja en cada construcción, los espacios públicos y donde cada lugar de habitación presenta parte de un rastro incluso en modelos vernáculos actuales, pasa desapercibido para el transeúnte que solo tiene presente lugares emblemáticos por una tradición o costumbre más que la importancia de su conservación cultural.

La contribución Española en el Urbanismo Latinoamericano es un hecho indudable en el trascurso del tiempo refiere a muchos procesos claramente visibles con antecedentes históricos que parten de conocimientos generados en la península, así la vinculación con los procesos y su evolución sistemática, logramos evidenciar cuando en épocas pasadas se tenían que utilizar las mezclas en recetas de morteros, cal y arenas en lo más aproximado a los comunes que se tenían en los procesos desarrollados al momento de construir, responsabilidad de los maestros constructores que la corona designaba en tareas de las nuevas casas en las colonias en el entonces llamado nuevo mundo, las comisiones reales examinaban los resultados de los modelos y elegían los ideales en conceptos para su enseñanza, es de recordar que era obligación de cada expedicionario el tener un maestro constructor en cada expedición con permiso de su majestad, ya su labor se daba en la medición de la cuadricula con trazos y acordes a los poblados de las provincias en su distribución siguiendo las mismas normas de urbanismo con remembranza en detalles que desde los portones, ingresando a patios internos en lujo a los detalles de las grandes casonas en Andalucía, Aragón y Castilla. Cada quien en su labor seguía las ordenes de quien ostentaba y pagaba como se debían de construir los nuevos pueblos, habían dejado atrás en la península sus recuerdos y en su lugar de aventura llegaban con el ideal de trasladar al menos parte de lo que fueran sus nuevas casas con abundante cantidad de materiales, junto al abasto de alimentos estaban las codiciadas tejas de arcilla que desde Barcelona se movían a los puertos peninsulares en procura del mercado deseoso de comprar su propio envío mercante y responsable ante la autoridad que su majestad asignaba para control de la buena manufactura que debían tener cada una, acaso es lo que actualmente debemos llamar como el control de calidad.

Los espacios de servicio común o techos con las salientes de cubierta, siguiendo la orden real de “crear un espacio amplio para debido resguardo de las lluvias a los colonos y a todo aquel que a pie se desplazara por las calles del reino”, pero además cuando quien construye tiene obligación de brindar el mantenimiento de estos espacios que en estricta labor del buen aspecto, se debe ejecutar con materiales de excelente calidad en busca de garantizar su labor constructiva como ejemplos están pórticos, arcadas y zaguanes de altura, como se tenían para los que facilitaban el ingreso a las casas de sus dueños en su cabalgadura por grandes puertas sin bajar de su caballo, en cada ayuntamiento la construcción se hizo fundamental y dejo su legado en cada rincón donde se pueden hoy observar por grandes obras de buena importancia en demora a conservar.

Procesos de alistamiento de suelos una vez marcadas las tierras con la selección de rocas, cal, arenas apropiadas que se le suman a mezclas de morteros con sangre de caimán o toros y conchas con arenas de rio distantes a las de Castilla, pero donde las gentes con los mismos oficios y sus utensilios se dieron al saber de todos los que en el arte de enseñar oficios combinaron los saberes que los naturales tenían junto con el aporte de la península, estaba entonces usando un tipo de pedagogía empírica en marcha pero nadie le daba su nombre más al hecho de ser simple enseñanza, sucesos y años transcurren las huellas son visibles en toda Latinoamérica el concepto del trazo de polígonos con espacios en planeación de las poblaciones y la puesta en marcha del progreso estaba dada, olvido de los nombres de quienes dieron su aporte en esta evolución con cada adobe o cada ladrillo en una marca de pared, una nota “Constructor” junto al nombre y el año de la finalización de la obra, donde se reflejan directrices que dieron impulso en su momento, a cada espacio por fruto del trabajo y el orden en cada comunidad en su tiempo. 

Con el paso de los años el olvido es común en las nuevas generaciones y debemos recordar algunos más recientes importantes en materia de conocimientos aplicados al Urbanismo la geografía urbana de Barcelona en trabajos de Griffith Taylor, Madrid con José Paz Morato, Juan de Zavala Gabriel Alomar, Otto Bunz con su Plan regional en una publicación de 1930 sobre Madrid, planes de ordenamiento municipal de ayuntamientos que en sus básicas formas del proceso de régimen de suelo y ordenamiento urbano era lógico a la normatividad de su tiempo al darle el esquema adecuado a las disciplinas, bajo directrices de regulación oficial y se daban para la época en la buena práctica y disponibilidad de aplicación de un orden frente a una anarquía en el tema, que se tenía en las comunidades frente al impulso económico de expansión de la ciudad, como enclave de la circulación humana en ambientes diversos en resultante por la actualidad en práctica después en dinámicas similares en la América Latina con la creación de planes de uso de suelos, cuando ya se estudiaban modelos usados en Caracas en la Venezuela de 1956, los desarrollos en Alemania y su nueva arquitectura en 1950, junto a los alcances de la arquitectura Integral en Argentina de 1956 además del trabajo de Tomas Sharp o por la práctica en sus viajes por España, el caso de José Boix Gene en 1970 y su aporte cuando menciona en su trabajo, “todos los esfuerzos para crear un plan social, económico y urbanístico no se malograran y veremos triunfar, en beneficio de todos, ese arte nuevo que tiende a darnos, también un mundo mejor.”

Bases de los desarrollos a los modelos de implementación del uso de suelos para poblaciones de Colombia que desde 1989 se aplica con su adecuación urbana en el ordenamiento definiendo la estructura ecológica para implementar la conservación en manejo sostenible de recursos naturales donde el parque, en condiciones comunes para los predios con régimen de propiedad horizontal, se implementa la planificación intermedia clasificando los usos de suelos en definiciones de rurales, suburbanos y del distrito reglamentando los usos como principal, compatible, condicionado, prohibido, de vías arteria o primer orden, vías intermunicipales o de segundo orden, vías terciarias o Veredales que unen las cabeceras municipales en respuesta al urbanismo de invasión que surge después de varias décadas de migración forzada de los campos a las ciudades en un fenómeno de crecimiento desmedido con el agravante de un entorno con descomposición del ambiente que se tenía bien hasta 1850.

En Bogotá, muy a pesar de tener los cerros orientales áridos y erosionados en un contraste de una alta humedad en sus llanuras de sabana pantanosas con ambientes mal sanos, de entonces que facilitaron las epidemias que asolaran las poblaciones circundantes a la capital de la época, tenían planteamientos ya iniciado el siglo veinte, la situación de suburbios en zonas restauradas con un desarrollo verde, cuando no existían parámetros ambientales donde la aparición de dichas zonas en condiciones difíciles a falta de servicios sumado a deplorables ambientes que ya se venían mejorando desde 1930 con alcantarillados urbanos, y cuando se dieron pautas intensivas para la adecuada nueva siembra masiva de árboles ante el logro exitoso hoy menguado y desvalorado de conseguir la germinación continua de eucaliptos en la hacienda “Aposentos”, donde ya se tenían varios años de trabajo en lograr germinar arboles de esta especie para la mejora del ambiente y buscar cubrir con vegetación los cerros que sin vegetación era su estado común de entonces, la siembra masiva por parte del ejército nacional desde el sur oriente de la capital, al norte por los cerros de Suba, Bosa y Usaquén en rutas de grupos que colocaban los nuevos árboles en retoños que ya para la década de los 50s se habían consolidado y fue motivo de felicitación por la comisión Americana que para la época visito la capital, admirando su trabajo en materia de recuperación de los bosques en los cerros donde se crearon un mejor entorno con ese tono “verde” que se volvió el panorama visible desde cualquier parte de la sabana en una nueva condición en mejora del paisaje para la capital de Colombia y ejemplo para varias ciudades de Latinoamérica.

La llegada de arboles desde Australia en variedades de Eucalipto fue desde sus inicios una verdadera misión titánica dada la distancia y la dificultad que se tenía de conservar un ejemplar que llegara vivo al país, más que una estrategia ambiental sanitaria para implementar una mejora a la calidad del aire capitalino y de mejorar las condiciones salubres cuando ya habían finalizado varias epidemias sumado a la pérdida en vidas por la gripe y tuberculosis estaban bien marcadas las familias más adineradas e influyentes de la sociedad Bogotana, sobrevivientes muchos que al no tener herederos, solo se conformaron con donar a la ciudad una parte de sus fortunas con la construcción de nuevos hospitales, con las mejores pautas arquitectónicas que se podían tener en la época en materia sanitaria, se contratan arquitectos de renombre, así nacen las obras de los viejos edificios de hospitales de la actual calle primera en la capital colombiana, cada familia coloca en las fachadas sus nombres como benefactores, anunciando a los transeúntes quien dono cada edificio, pero muchos hoy ignoran este hecho generoso, no por los deseos de algún funcionario público de la época en procura del progreso o bienestar futuro, sino causado por generosidad después de las epidemias que plagaron las calles insalubres de la Bogotá de los pantanos muy distantes en el tiempo a la capital actual, cada ciudadano hoy ignora quién elaboro cada elemento, donde se considera que solo suman características importantes en parte del bienestar que tiene a la mano, al final es lo que le interesa en su labor diaria a quien la historia poco le importa, pero aprueba la tala de los hoy viejos verdes, aquellos gigantes cambiándolos por unos arbustos nativos que distan bastante de la vegetación de épocas antiguas despreciando no solo el esfuerzo de generaciones pasadas en su labor ambiental dedicada, sino el servicio de estos gigantes hoy presentes, brindando por décadas a la gran urbe a varias generaciones respirando el aire purificado desde las montañas que circundan la urbe compiten contra la contaminación y los incendios.

Hoy en pandemia podemos referirnos al tema ambiental y de diseño también al recordar como los modelos de hospitales de Madrid se usaron como parte a una plantilla para el diseño de varios edificios sanitarios, hoy tal vez viejos pero eficientes ante la premura a la demolición de lugares como el pequeño edificio del ruinoso y desaparecido hospital de san Juan de dios de la calle decima que no brindaba condición ideal y era necesario demolerlo por sus viejas estructuras muy deterioradas y de poco interés para restaurar en la época donde demoler era lo fundamental para el progreso, donde construir nuevos lugares con amplias habitaciones ventiladas con sus jardines que permitieran la circulación de personas con el distanciamiento ideal en cada lugar del nuevo edificio sanitario, normas que se tenían para construir según el donante de turno.

Epílogo

La finalidad de efectuar un análisis del tema parte de reconocer que sí existe influencia en cada construcción en Latinoamérica independientemente de su condición de identidad, procesos históricos o estado actual y en la importancia de su conservación en restauración según el caso, resultan importantes para el desarrollo de normas para estudios futuros y sobre los beneficios que se dieron al incorporar estos diseños en el pasado a la sociedad, además como se observaron los cambios en las ciudades o lugares después de hechas estas modificaciones, hallar más respuestas a la incertidumbre de cómo se pueden incorporar mejoras futuras en una autentica visión del desarrollo actual e incorporado al bienestar humano, sin restringir finalidades que puedan aportar en las decisiones que se tengan a bien implementar en cada lugar desde la importancia al evaluar o estudiar estilos buscando orígenes, sin olvidar que se debe educar las nuevas generaciones en la importancia de la historia y las afectaciones presentes con un rastro de su origen.

Bibliografía.

  • Boix, José Gene, “Urbanismo”. CEAC Ediciones, Barcelona, España (1970).
  • Otto, Darío Rivas. “Ordenamiento de Suelos Urbanos”. Madrid (1987).
  • Rodríguez, Ángel A. “Arquitectura Moderna”. Buenos Aires - Argentina (1995).
  • Martínez, Jairo Rincón. “Orden – Arquitectura”. Balboa, Panamá (1985).
  • Zapata, Gonzalo Pinto. “Antecedentes del Urbe”. Montevideo, Uruguay (1990).