9 de mayo de 2022

María de los Angeles Aguiñaga Villaseñor.
Comunidad de Educadores de la Red Iberoamericana de Docentes.
Con agradecimiento a los estudiantes: Eric Ibáñez Hernández y José Armando Arroyo Rangel
Santiago de Querétaro México, Mayo de 2022

En esta investigación se presenta una propuesta para fortalecer de forma integral el enfoque de calidad de vida para coadyuvar a la comprensión, asimilación de la asignatura de desarrollo sustentable, ya que, la intención de ésta es que el egresado adopte valores y actitudes humanistas iniciando con satisfacer sus propias necesidades, ya que así lo llevará a vivir y ejercer profesionalmente de acuerdo con principios orientados hacia la sustentabilidad: Esta disciplina se imparte en todas las carreras (5,000 estudiantes) de ingeniería del Tecnológico Nacional de México campus Querétaro.

nológico Nacional de México campus Querétaro.

Introducción

Si bien la sustentabilidad en la educación ha tenido grandes avances en las últimas décadas cada vez se va quedando más corta debido entre otras cosas, a los problemas que han incrementado su complejidad en lo cotidiano. Por lo tanto, aumenta el reto que tienen las instituciones para poder enfrentar esos problemas. Wamsler (2020) afirma que; “la educación en su vasta mayoría se ha centrado más que nada en los factores externos de la sustentabilidad tales como el ecosistema, la estructura económica, la tecnología y el gobierno”. No obstante, los factores menos abordados en las asignaturas de este tema y quizá los más importantes son los internos, aquellos de dimensión individual.

Desarrollo

La Comisión Brundtland de las Naciones Unidas (1987) definió la sostenibilidad como; “satisfacer las necesidades del presente sin comprometer la habilidad de las futuras generaciones de satisfacer sus necesidades propias”. Por lo que, su objetivo es encontrar cómo sostener nuestro modo de vida durante un tiempo indeterminado, buscar la calidad de vida sostenible, el compromiso de un estilo de vida como prioridad. Para lograr ese objetivo se requiere entonces de la formación de ciudadanos con valores de justicia social, equidad, respeto y cuidado del entorno físico y biológico, capaces de afrontar, desde su ámbito profesional, las necesidades emergentes del desarrollo y los desafíos que se presentan en los escenarios natural, social-cultural y económico. El reto es formar individuos que hagan suya la cultura de la sustentabilidad y en poco tiempo transfieran esta cultura a la sociedad en general.

 La calidad de vida debe llevar de manera implícita la idea de sostenibilidad superando los márgenes economistas de bienestar implicando el medio ambiente en un campo de acción para la calidad de vida mediante la articulación de la sostenibilidad en la estructura social y económica (Hernández, 2009). Existen ya indicadores internacionales que miden la calidad de vida como el índice de Gini, es un indicador cuantitativo de la distribución de la riqueza de un país o región. Por otra parte, la ONU propone medir la felicidad de los ciudadanos de una región mediante el índice global de felicidad el cual evalúa factores como PIB per cápita, apoyo social, esperanza de años de vida, libertad para tomar decisiones vitales, generosidad y percepción de la corrupción, según valores obtenidos del macro de datos de Expansión en el 2019. La calidad de vida no es un concepto sencillo de definir es utilizado en diversidad de investigaciones la mayoría relacionada con la salud (Urzúa & Caqueo-Urízar, 2012) por esto es considerado un concepto multidisciplinario por Haas (1999). Urzúa & Caqueo-Urízar (2012) en una revisión teórica del concepto concluyen 3 que:

a) Es subjetivo.
b) El puntaje asignado a cada dimensión difiere en cada persona.
c) El valor asignado a cada dimensión puede cambiar a través del tiempo.

En base lo mencionado anteriormente, se deduce que la percepción conceptual de calidad de vida es influenciada por el tiempo y el entorno del individuo. La sostenibilidad en la educación dicta como base 3 pilares fundamentales: social, económica y ambiental. Sin embargo, lograr la armonía entre estos pilares es difícil de lograr en una sociedad tan desigual, donde cada uno de nosotros se ha desarrollado de manera distinta, lo cual implica que tampoco observamos el mundo del mismo modo. Estas diferencias sumadas a las desigualdades sociales hacen casi imposible saber cómo reaccionará una persona ante una situación en común, de igual forma complica la tarea de ver el rumbo que debe tomar la educación como pilar fundamental del desarrollo sustentable de un país (González Santos, 2020).

Para esta investigación se analizó una encuesta del semestre agosto-diciembre 2021 que se aplicó a 100 estudiantes para conocer lo que significaba calidad de vida para ellos. Lo que el sondeo arrojó fue que indicadores como; conservación del empleo de los padres y/o tutores, la inseguridad y la violencia en las calles, fueron las principales causas que no permitieron definir lo que era una calidad y esperanza de vida sana, confirmando que la educación tiene una estrecha relación con las estructuras sociales, Briones (1978).

Para que el contenido de la materia de desarrollo sustentable impartida en este campus tenga sentido, coherencia y aceptación en nuestros estudiantes y logre transformar vidas, se propone a la directiva iniciar con actividades relacionadas a mejorar la calidad de vida de los estudiantes dentro de la Institución, esta tareas son complejas ya que no solo se requiere de mayor presupuesto, también organización y voluntad, no obstante, se inició con la siguiente propuesta. Mejorar los horarios de clase, espacios de esparcimiento dignos, aumento de becas alimenticias con menús nutritivos, divulgar los beneficios de salud pública a los que los educandos tienen acceso con el seguro del Instituto Mexicano del Seguro Social

Conclusión

Para que la sustentabilidad en la educación superior en México tenga un impacto y sea realmente relevante para la formación de los estudiantes, se propone abordar esta asignatura desde todos los ángulos, los grandes desafíos de la educación conduce a los educandos a la desesperanza de un futuro mejor, por lo que no existe la motivación para construir una vida para futuras generaciones, trabajar constantemente en minimizar el desaliento en las generaciones jóvenes, vale la pena cualquier esfuerzo, por complicado que éste sea.