7 de marzo de 2021

Beatriz Ávila Peducassé Ivonne Ramírez
Comunidad de Educadores de la Red Iberoamericana de Docentes.
Los modelos del aprendizaje tradicional están en crisis y surgen nuevas propuestas desde el aprendizaje multicontextual, que hacen posible transformar la crisis mundial de salud en una oportunidad para redescubrir en la educación “online” el nuevo paradigma del proceso enseñanza-aprendizaje.

Palabras Clave: Aprendizaje multicontextual, Pandemia, Educación,

Introducción

Con el comienzo de la nueva década del siglo XXI, la humanidad en pleno se ha visto desafiada a encontrar nuevas estrategias para enfrentar la vida plantando cara a una pandemia global, la cual ha limitado casi al 100% la movilidad y la asistencia presencial, no sólo a los centros laborales, sino principalmente a los centros educativos de todo nivel.

Este desafío que enfrenta la educación ha dado origen a nuevas formas y herramientas para emprender el proceso de enseñanza-aprendizaje, impulsando a los docentes a desarrollar, sobre la marcha en la mayoría de los casos, nuevas metodologías capaces de captar la atención de los estudiantes y generar en ellos la motivación para mantenerlos enfocados en el logro de su aprendizaje.

II Congreso Iberoamericano de Docentes. Docentes frente a la pandemia

Desarrollo

El modelo de escuela tradicional, enfocada en el maestro como el centro del saber y el estudiante como el receptor de esos conocimientos, no está sirviendo para responder a estas necesidades, y menos aún para hacerlo con la rapidez y eficacia necesarias que se requieren en estos días. Por ello, tal como manifiestan Tourón y Santiago (2014), tenemos que preguntarnos ¿qué modelo de escuela queremos o necesitamos? y ¿cómo o qué tecnologías pueden favorecer dicho modelo, en estos tiempos de pandemia y post-pandemia? Porque de la respuesta a estas preguntas se abrirán los caminos que nos conducirán a enfrentar los desafíos del presente y a enfocarnos al futuro.

Las respuestas que se están dando desde la educación están dirigidas a crear una nueva escuela con la motivación como base de las conductas, estimuladas a partir de lo que es significativo para el estudiante, sin dejar de lado la motivación docente que se recrea en cada proceso educativo, haciendo “énfasis en los estudiantes, quienes se convertirán en los agentes de su propio aprendizaje, más que el objeto de la instrucción” de los maestros (Hamdan, McKnight, McKnight y Arfstrom, 2013). Es decir, que se requiere que tanto el docente como el estudiante, den una nueva mirada a sus roles.

Este nuevo enfoque requiere, desde luego, un fuerte entrelazamiento con las nuevas tecnologías de información y comunicación (TIC), que a la fecha, están brindando el puente para lograr transmitir el mensaje educativo desde los maestros emisores a los estudiantes receptores. Esta adaptación de la escuela tradicional a las TIC, como aliadas del proceso enseñanza-aprendizaje, ha dado paso a una educación tecnologizada, ya sea completamente virtual o mixta (blended learning) multicontextual, que conjuga las variables externas (contexto, demandas educativas, etc.) con las variables internas (habilidades cognitivas, experiencia previa, motivación de las personas).

Y entonces, los maestros no sólo serán emisores sino facilitadores que guiarán a los estudiantes en la ruta del aprendizaje y desarrollo académico y personal; es decir, que de esta manera apoya el proceso constructivo del conocimiento para que descubran su propio camino como dueños de su proceso de aprendizaje. Por el otro lado, el alumno será el responsable final de su proceso de aprendizaje y teniendo en cuenta, que los resultados del aprendizaje, en última instancia, dependen de él, de su motivación y actividad mental constructiva. Es decir, que este período educativo debe desarrollarse también a partir de los aportes de las competencias de los estudiantes para la co-creación y la creatividad.

En este contexto, las actividades teóricas y prácticas propuestas deben fomentar la práctica reflexiva y el aprender haciendo; es decir, el aprender a aprender, logrado a través del trabajo y colaboración entre el grupo de estudiantes, que permite explorar diferentes perspectivas, ideas y experiencias.

El proceso educativo será exitoso si las instituciones responsables garantizan la dotación de equipamiento, conexión a Internet y alfabetización tecnológica para el profesorado Entonces, la sociedad en general, y el sector educativo en específico, estarán dando los pasos necesarios para enfrentar esta nueva realidad. Instituciones como las universidades, editoriales, ministerios de educación, entre otros, han comenzado a abrir camino hacia el futuro donde, adoptando las medidas necesarias para no perder el ritmo en el proceso enseñanza-aprendizaje, han puesto en funcionamiento estrategias como la enseñanza a distancia, o elaborando nuevos materiales, herramientas y metodologías que brinden a los maestros los medios para ejecutar su labor docente, además de capacitarlos para el correcto manejo de las mismas.

Se debe tomar en cuenta, que antes de la pandemia, ya se venían realizando avances hacia una educación virtual, en sus varias formas, con base a la adaptación de metodologías de enseñanza que se fueron desarrollando en años previos a la pandemia, tales como el “flipped classroom”, o al desarrollo de otras nuevas, que aplicadas al “blended learning”, están posibilitando que los maestros puedan generar espacios guiados donde los estudiantes tomen en sus propias manos, a su ritmo, su aprendizaje. Espacios donde los estudiantes puedan experimentar la “flow experience”(Csikszent, 1997) o “estado de flujo” y queden tan embelesados con la actividad de aprendizaje que la disfruten a tal punto de no sentir el paso del tiempo.

Pero, lograr este punto en el proceso de enseñanza aprendizaje, representa un enorme reto para los maestros, ya que “este modelo es un desafío que refleja en su práctica docente una reflexión sobre su acercamiento a los estudiantes”, “es un acercamiento que apoya que los estudiantes fijen su ritmo para lograr una instrucción realmente individualizada”. Este modelo es “un catalizador para maestros, administradores y estudiantes, para cambiar la manera en que siempre se han hecho las cosas”. (Hamdan,. McKnight,. McKnight y Arfstrom, 2013)

Por otro lado, tampoco se debe olvidar, como se mencionó antes, que todo este proceso debe estar acompañado de la infraestructura y el equipamiento adecuado, lo que permitirá que tanto docentes como estudiantes puedan desarrollar a cabalidad sus funciones. Sin un apropiado acceso a internet, un equipo, ya sea ordenador, tableta o móvil inteligente, para los estudiantes y las plataformas virtuales de apoyo donde los maestros puedan depositar su material digital de enseñanza, el objetivo de transformar la educación y subir al siguiente nivel, no podrá ser alcanzado. Es decir, que se debe contar con un entorno virtual flexible; que se adapte a las necesidades de los alumnos y profesores; con una interfaz funcional y amigable, con un manejo intuitivo; y donde los alumnos aprendan, compartan experiencias y conocimientos con el resto de la comunidad virtual, a través de las distintas herramientas de comunicación.

Reflexiones finales

Queda ante todos, cada quien en su ámbito (Estado, sector docente, estudiantes, etc.) encarar el reto de desempeñar su rol de la mejor manera posible y hacer uso de las herramientas de enseñanza-aprendizaje para hacer de este proceso una realidad provechosa, que luego de la pandemia, será mucho más fácil.

El proceso educativo de carácter multicontextual es importante, porque responde a las exigencias de la realidad de hoy; porque puede realizarse desde cualquier lugar del mundo, de manera presencial con distancia física, virtual, híbrida, sincrónica, asincrónica… lo que requiere de proveerse de herramientas que den luz en un momento de gran incertidumbre, un proceso educativo será exitoso si las instituciones responsables garantizan la dotación de equipamiento, conexión a Internet y alfabetización tecnológica para el profesorado. En línea con estos aspectos estudios locales han concluido las barreras que constituyen estos factores Ramírez et. al. 2020, es decir que como señala Ruiz (2020), es responsabilidad social de los Estados garantizar el derecho a la educación dotando al proceso de todas las condiciones que el periodo histórico demande. 

También será importante que este período educativo que enfrentamos se desarrolle con los aportes de las competencias de los estudiantes para la co-creación y la creatividad y la adaptabilidad de los docentes para ser facilitadores y guías de sus educandos.

Este nuevo paradigma, debe además, tener a la motivación como base de las conductas, estimuladas a partir de lo que es significativo para el estudiante, sin dejar de lado la innovación docente que se recrea en cada proceso educativo.

Referencias bibliográficas

Csikszent, M. Finding Flow (1997). Editorial: Kairós. Barcelona, España: https://www.redalyc.org/pdf/823/82315410008.pdf

Cesteros, P. (2005) Español como segunda lengua: difusión, aprendizaje y formación, Hispanogalia. 1. París, Consejería de Educación de la Embajada de España en Francia, 53-167.

Hamdan, N., McKnight, P., McKnight, K. y Arfstrom, K. (2013) Flipped Learning Network. R. El modelo flipped learning y el desarrollo del talento en la escuela. Revista de Educación, 368. 196-231.

Hamdan, N., McKnight, P., McKnight, K. y Arfstrom, K. (2013). Flipped Learning Network.https://www.researchgate.net/publication/338804273

Ruiz, G. (2020) Marcas de la Pandemia: El Derecho a la Educación Afectado. Revista Internacional de Educación para la Justicia Social. https://revistas.uam.es/riejs/article/view/riejs2020_9_3_003 ; 9(3), 45-59.

Ramírez, I. Jaliri C. Méndez Roca B. y Orlandini. (2020) Percepciones universitarias sobre la educación virtual. Red de docentes IB. https://www.aacademica.org/ivonne.fabiana.ramirez.martnez/11.pdf

Tourón, J. y Santiago, R. (2015) El modelo flipped learning y el desarrollo del talento en la escuela. Revista de Educación, 368. Abril-Junio. 196-231