15 de mayo de 2020

 Julio César Páez García
Montería-Córdoba-Colombia
Transformar las cascaras de frutas y tubérculos en alimentos alternativos es una opción para tener una dieta balanceada y mitigar el hambre en muchas poblaciones que lo requieren, por ello este escrito busca motivar a los lectores para que desde sus contextos se aproveche al maximo los residuos alimenticios de nuestros restaurantes y cocinas caseras para realizar nuevos productos de alimentos con calidad.

Iniciamos entonces por tener claridad en los conceptos de alimentos los cuales se pude definir como lo que los seres vivos comen y beben para su subsistencia y el concepto de alternativos como unas opciones distintas a la convencional, por lo tanto, el concepto de alimentos alternativos significa los alimentos no convencionales o distintos que los seres vivos pueden comer o beber para su subsistencia. Así mismo de residuos orgánicos se puede indicar que son aquellos residuos que aparentemente no cumplen una función desde lo alimenticio para el ser humano o para los animales.

En este orden de ideas, en nuestro medio Colombiano y me imagino que el contexto de cada lector, existen muchas cascaras de frutas, tubérculos y algunas plantas mal llamada malezas que se pierden porque se desconocen la composición química que contienen cada una de ellas y los nutrientes que a diario desperdiciamos y eso es lo que a continuación queremos contarles a partir de un proyecto de transformación de residuos que se desarrolla en la Institución educativa Escuela Normal Superior de Montería-Córdoba-Colombia y cuya perturbación consiste en ¿Cómo aprovechar algunas cascaras de frutas y tubérculos de nuestro medio para ser transformados en alimentos alternativos? 

En respuesta a la anterior pregunta, quiero contarles que hasta ahora se está trabajado en la cascaras de: sandía o patilla, piña, banano, plátano y yuca entre otras, las cuales son identificadas por nuestros estudiantes como residuos orgánicos desde el restaurante escolar de la institución y luego con ellos iniciamos búsquedas de información científica de la composición química, de nutrientes que contiene cada cascara y de prevención de enfermedades, para finalmente iniciar en el espacio de laboratorio(cocina escolar) la transformación de éstos residuos en dulces, ariquipes y revueltos contrastando así los conocimientos teóricos y prácticos para la elaboración de nuevos productos alimenticios. Pero ¿cómo es el procedimiento para obtener algunos de esos productos?

Po ejemplo para obtener REVUELTO o REVOLTILLO DE LA CASCARA O CONCHA DEL PLÁTANO es necesario saber y realizar el siguiente proceso de búsqueda de información del residuo seleccionado y llevarlo al laboratorio de práctica (cocina) así: Las cáscaras del plátano contiene potasio y posee un rico contenido en almidón, fósforo, calcio, hierro, alcalinas, azufre, cobre, así como la importante vitamina C. Todos conforman un conjunto de nutrientes muy beneficiosos para prevenir y tratar los cálculos renales, ayudando a disolver las piedras en el riñón y tienen propiedades antibióticas, antifúngicas y enzimáticas a las que les puedes dar diversas aplicaciones de mucha utilidad, además de que contienen un nivel importante de agua y nutrientes, se han encontrado en esta cascara el más poderoso purificador de agua, de tóxicos como el plomo, cobre y otros metales, de igual forma es poderoso purificador de la sangre porque sí lo es la parte comestible, pulpa, la cascara no se queda atrás, científicamente en ella han descubierto muchas más propiedades como alimento y curación de enfermedades. Luego entonces ya en la cocina, para hacer este revuelto se procede a tener el plátano previamente pelado, aquí nada se pierde porque el plátano se utiliza para hacer buñuelos y la concha para hacer el revuelto o revoltillo. La concha del plátano tiene un procedimiento bastante cuidadoso ya que por lo general viene manchada. Esta concha se debe picar en cuadritos, luego de que esté completamente picada se procede a lavar, se lava con bastante limón (para desmancharla) y agua preferiblemente más de dos veces, después de lavada se procede a cocinar, mientras esto se cocina se lava la verdura y se va picando (cebollín, ají, ajo y cebolla). Cuando ya la concha del plátano este completamente cocida se procede a triturar o machucar o para mayor efectividad se muele y así obtener mejor consistencia. Al finalizar este proceso se lleva a la estufa o fogón y se empieza a revolver junto con la verdura, cuando todo este junto se procede a echar los huevos se revuelve bien hasta que quede todo cocido, se sirve y se disfruta.

Finalmente así como se realizó el proceso en el ejemplo anterior desde las características específicas de los nutrientes, composición química y prevención de enfermedades que posea cada residuo orgánico de cascaras de frutas o tubérculo con el cual se cuente en el medio, se pueden obtener dulce de cascara de sandía, ariquipe de cascara de banano, chocolate de la semilla de mamón o mamoncillo, sopa de pringamosa, dulce de cascara de piña entre otros productos que nos sirven como alimentos alternativos para los humanos y de esta manera contribuimos desde la escuela a mejorar la dieta alimenticia y mitigar el hambre en muchas poblaciones. Animo lectores, estudiantes y docentes a hacer investigaciones en esta temáticas porque aún hay mucho por compartir.