7 de noviembre de 2019

Dra. Adania Guanche Martínez. La Habana, Cuba
Para los docentes que tenemos alguna experiencia en la enseñanza primaria constituye un deber divulgar resultados positivos, como puede ser el trabajo independiente de los escolares, que es una vía para que aprendan a solucionar problemas y a enfrentar tareas complejas en su actividad de aprendizaje.

La conexión entre docentes fortalece el trabajo individual y permite el emprender proyectos conjuntos; por ello, este mensaje está dirigido a los docentes que participan en esta nutrida comunidad, pues es un producto legítimo de las experiencias acumuladas a lo largo de los años dedicados a educar en primaria y secundaria.

Muchos maestros primarios dejan de señalar a sus alumnos actividades en equipo en el decurso de las clases, y otros también evitan indicar tareas para la casa que exijan la asimilación de nuevos conocimientos; ciertos docentes, además, procuran no emplear procedimientos metodológicos y formas organizativas poco utilizadas comúnmente, porque temen pasar mucho trabajo para lograr que los escolares respondan tal como ellos esperan.

La autora tiene el gusto de divulgar sus experiencias de trabajo, que incluye la visita a muchas aulas en las cuales la clase de Ciencias Naturales se ha convertido en una rutina que favorece muy poco la asimilación consciente de conocimientos por los alumnos, a pesar de que estos son necesarios para comprender los procesos más complejos de la naturaleza y, como consecuencia, no se aprenden bien las bases para enfrentar otros conocimientos más profundos y ello determina que estos sean olvidados muy pronto.

Se puede hablar en este caso de un escaso desarrollo de la creatividad, de poca promoción de nuevas ideas, de serios obstáculos y bloqueos para el avance del pensamiento y, en definitiva, se produce en los escolares un hastío, manifestado en un aborrecimiento hacia la asignatura, a pesar de ser esta tan interesante, si es enfocada con otras metodologías.

Muchos docentes se preguntan qué se puede hacer, si el contenido se encuentra en el libro de texto y los escolares pueden leerlo, si interactúan con los medios tecnológicos, que les brindan todos los conocimientos en forma mucho más interesante, entonces, ¿qué otra cosa pueden ellos, los docentes, para hacer para que la clase sea interesante?

El problema está, a juicio de la autora, en determinados entrenamientos que puede ir introduciendo el docente, en la medida en que avanza el curso escolar, tanto en quinto y sexto grado, como en secundaria, de modo que los escolares se sientan más responsables y para que sus potencialidades alcancen el máximo desarrollo para las edades y el nivel correspondiente, pues muchas veces dejamos de aplicar algún procedimiento porque no creemos capaces a nuestros alumnos de asumirlo o no pensamos que puedan llegar a determinado nivel de desarrollo.

Es por ello que resulta muy conveniente que los docentes orientemos a los escolares ciertas tareas que exijan una autopreparación, de modo que se pueda alcanzar con éxito el método de trabajo independiente, propósito esencial del presente trabajo.

Un maestro que, por medio de un diagnóstico de potencialidades de sus alumnos, esté convencido que estos tienen posibilidades de llegar a asimilar nuevos conocimientos de forma independiente, puede acudir a procedimientos de autopreparación y por supuesto, enseñarlos cómo se lee mejor un texto científico, cómo se resumen sus principales ideas, cómo se realiza un cuadro sinóptico, entre otras tareas propias de un trabajo en equipos con cualquiera de los contenidos.

Por ejemplo, una pequeña investigación, la preparación para un seminario sencillo, la interpretación de un texto, la búsqueda de información acerca de un fenómeno natural, son objetos de estudio que se prestan para que los escolares practiquen cómo autoprepararse para exponer posteriormente el contenido asimilado.

Cuando se habla de autopreparación, por tanto, se está haciendo alusión a una de las formas organizativas del proceso docente-educativo en la que el estudiante realiza un trabajo independiente sin la presencia del maestro(a) y lo hace conscientemente, bajo niveles motivacionales elevados, de modo que esto último es esencial.

La autopreparación tiene como objetivo el estudio de diferentes fuentes del conocimiento orientadas por el/la docente, que le permiten a cada escolar prepararse para lograr un aprovechamiento adecuado en las distintas actividades docentes, así como para realizar las diferentes evaluaciones previstas.

Se puede añadir que el trabajo independiente también tiene relación con las estrategias de aprendizaje, pues estas son un grupo de ciertos procedimientos orales, visuales o prácticos que utiliza cada persona durante el aprendizaje de algo nuevo, y que le posibilitan asimilar conocimientos, memorizarlos, así como emplearlos en situaciones diferentes, según su estilo personal.

En el decurso del trabajo de dirección del proceso de enseñanza-aprendizaje, el maestro debe diseñar una guía de aprendizaje, en la cual incluya determinadas estrategias para que los estudiantes utilicen; esta guía es, sin lugar a dudas un instrumento que puede conducir la asimilación de nuevos conocimientos y será más útil para aquellos niños y niñas que aprendan mejor escribiendo y leyendo.

Esta guía puede ser concebida como un medio de enseñanza-aprendizaje, que, sin ser sustitutivo del maestro, sirva de apoyo a la dinámica del proceso, al orientar la actividad de los escolares en un aprendizaje desarrollador, mediante tareas que garanticen la apropiación activa, crítico-reflexiva y creadora de los contenidos, con la adecuada dirección y control de sus propios aprendizajes. Esta guía conduce a la autopreparación y va a facilitar también el trabajo independiente y niveles crecientes de metacognición, que es la conciencia que tiene cada individuo de la forma en que trascurre su propio aprendizaje.

En las mencionadas guías deben ser incluidos ciertos elementos contradictorios que creen situaciones problémicas o pueden aparecer ya formulados los problemas docentes, de modo que las tareas propuestas tiendan a darles adecuada solución.

De igual forma, la guía de aprendizaje deberá permitir el establecimiento de relaciones significativas en el aprendizaje de los estudiantes, la formación de sentimientos, actitudes y valores acordes con su cultura, todo ello, sobre la base de motivaciones predominantemente intrínsecas, así como auto-valoraciones y expectativas positivas con respecto al aprendizaje.

Debemos lograr que los escolares realicen un trabajo independiente porque se requiere que alcancen un desarrollo de sus capacidades cognoscitivas, de manera autónoma. Además, la concepción del trabajo independiente es una expresión de la unidad dialéctica entre lo individual y lo social, y es importante que cada uno de los ellos comprenda cuál es su mejor forma de aprender a aprender.

Por tanto, hay que enseñar a los alumnos a tener perseverancia, a apreciar si aprenden mejor de una forma o de otra; hay que propiciarles diferentes vías para que cada uno pueda comprobar cómo aprende mejor; hay que formularles preguntas inteligentes; hay que señalarles a solucionar tareas problémicas.

El trabajo independiente, según la experiencia de la autora, es una vía que tienen los sujetos de aprendizaje para asimilar conscientemente los nuevos conocimientos, mediante estrategias individuales que pongan en acción las capacidades propias para integrar conocimientos anteriores, relacionar diferentes aprendizajes previos y llegar a nuevas formas de actuación que conduzcan al desarrollo de su personalidad.

Ya se planteó que el alumno que realiza un trabajo independiente ha de estar altamente motivado, pero para desarrollar un trabajo independiente de calidad, debe conocer las características y funciones que cumple esta actividad y en este caso, e docente debe ser un orientador y controlador eficaz.

Entonces, deben requerirse métodos que propicien estas condiciones previas, por ejemplo, el método investigativo de la enseñanza problémica conduce al trabajo independiente. Este método exige un elevado nivel de independencia, por eso es uno de los que se emplea en el trabajo independiente.

El método investigativo presenta ciertas características, entre las que se cuentan la integración de los resultados del trabajo independiente y de las experiencias acumuladas, además, permite dominar el sistema integral de procedimientos científicos que son necesarios en el proceso de investigación y promueve un alto nivel de actividad creadora y de independencia cognoscitiva de los escolares, ya que no sólo se puede manifestar en la práctica a través de la solución de problemas, sino de su propio planteamiento en un momento determinado del proceso enseñanza-aprendizaje.

El trabajo independiente es efectivo en la actividad cognoscitiva del escolar, porque el nivel de desarrollo de la ciencia es vertiginoso, y por consiguiente, no se podría diseñar un currículo acorde a la velocidad con que se producen los resultados de las investigaciones científicas. Luego, es necesario que los educandos alcancen conocimientos nuevos de manera independiente.

¿Cómo se conduce a los escolares a la realización del trabajo independiente? Esta es la interrogante que presidió, por así decirlo, algunas de nuestras investigaciones. Pues bien, no debe considerarse el trabajo independiente como un conjunto de tareas aisladas, sino como parte de un sistema didáctico integral que garantice el desarrollo ininterrumpido de su independencia cognoscitiva.

¿Qué características ha de tener ese sistema didáctico? Pues sencillamente, un control correcto del trabajo de los escolares y la justa estimulación a los resultados más sobresalientes, además, el predominio del carácter productivo de las tareas que desarrollen sus habilidades y capacidades, que los inciten a la reflexión, que despierten intereses y actitudes favorables para crear, que sean diversas, que permitan la selección de alternativas y que favorezcan la toma de decisiones.

La orientación didáctica de los objetivos en la clase es otro factor de alto valor para el trabajo independiente, porque, si el alumno desconoce o no comprende bien lo que se persigue con lo que se dice y se hace en la clase, es dudoso que se sienta motivado para enfrentar, de forma independiente, las tareas que las disciplinas les exigen.

El trabajo independiente del escolar de primaria no debe ser impuesto por el docente, no se resuelve con un horario de estudio obligatorio, sino con una planificación científica que garantice su independencia cognoscitiva.

En este sistema se debe integrar todo el conjunto de medios informáticos con que se cuente en la escuela y que estén al alcance de los escolares, aunque siempre el maestro debe comprender que su clase es fundamental para la creación de motivos e intereses en sus alumnos, de modo que se les estimule y despierte en ellos las inquietudes necesarias para la realización del trabajo independiente orientado.

La clase de Ciencias Naturales, como forma fundamental de organización del proceso de enseñanza-aprendizaje puede ofrecer múltiples oportunidades para organizar a los escolares en grupos, de modo que realicen pequeñas investigaciones, solucionen tareas problémicas, comprueben sus estilos y desarrollen sus estrategias de aprendizaje, en fin, conducir la clase en una forma diferente puede ser una vía eficaz para que los educandos de primaria y secundaria puedan desplegar todas las potencialidades propias de las cualidades psicológicas de sus edades. Así se preparan mejor para la Educación Superior.

La calidad del proceso de enseñanza-aprendizaje se decide, en gran medida, con el desarrollo de la independencia cognoscitiva del educando, de su autonomía en el aprendizaje, pues el desarrollo de la independencia cognoscitiva es la finalidad del trabajo independiente.

Estas son algunas de las recomendaciones que, con mucho gusto, transmito a los docentes de Iberoamérica, pues estoy segura que sabrán valorarlas, por ello, me reitero como una de sus colaboradoras. Gracias por su atención.